6-11-2022
“Mundus patet” es una celebración muy parecida a la de “halloween” en la antigua Roma. “Mundus patet” significa “mundo abierto” y se refiere al “mundus cereris”, un edificio de piedra de forma circular situado en el foro, se decía que era el ombligo de la ciudad, ya que marcaba el lugar exacto donde había nacido Roma. Rómulo lo construyo para calmar el alma de Remo, al que había matado, y se lo entrego a la diosa de la agricultura, Ceres, que a su vez tenía una estrecha relación con el inframundo.
Se decía que era el punto de conexión entre el mundo de los vivos y de los muertos y estaba consagrada su parte subterránea a los dioses infernales.
Permanecía su entrada cerrada con una gran losa durante el año y solo se abría en tres ocasiones el 24 de agosto, el 5 de octubre y el 8 de noviembre. Estas fechas coincidían con los días dedicados a las divinidades del inframundo. Se abría para permitir la entrada, para volver a la tierra, a las almas de los ancestros, los mares, estas almas protegían a la familia dándole prosperidad. Pero los vivos tenían que tener cuidado para no ser arrastrados al mundo de ultratumba por los espíritus que se alimentaban de la vida de los mortales, los larvae y los maniae, estos seres tenían aspecto de esqueletos. Durante los días que el mundus patet estaba abierto quedaban suspendidas las actividades sociales, los templos y lupanares cerrados, a los matrimonios se le prohibían mantener relaciones sexuales, porque creían que las almas de los muertos podían sentir envidia y llevarse a las mujeres a la muerte. Estas criaturas malignas guardaban mucha similitud con la de halloveen. Se creía que los regalos que preparaban las brujas, los dulces, ayudaban a calmar a los malos espíritus para que dejaran tranquilos a los vivos, el famoso “truco o trato”.
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