23-10-2022


La leyenda del lagarto de Jaén más conocido por el “lagarto de la Malena” en la capital del santo reino, tiene tres versiones distintas. Cuenta la primera versión que había un lagarto que vivía en el antiguo barrio de la Magdalena, en este barrio había un manantial donde el lagarto hacia guardia y todo habitante que se acercaba a la fuente a coger agua, era devorado por este monstruo que aterrorizaba a la ciudad. Hartos de la situación pidieron ayuda para acabar con la vida del lagarto. Un día un reo se comprometió a matar el lagarto a cambio de su libertad, este pidió un caballo, un costal de panes calientes, una oveja y una saca de pólvora.

Cuando lo tuvo todo se dirigió a su encuentro subido al caballo, el lagarto al darle el olor del pan caliente salió de su morada, el reo le lanzo los panes calientes y a su vez la oveja que estaba rellena de pólvora encendida, este al tragársela le exploto y el lagarto reventó. La segunda versión dice que un pastor sacrificó una de sus ovejas, en su piel envolvió unas yescas, el reptil atraído con el olor de la sangre salió en su busca, el pastor le lanzo la piel y este cayó en la trampa y se lo zampo y el lagarto murió porque se reventó de la explosión. La última es la menos conocida, un caballero al que los lugareños le pidieron ayuda. Este se vistió con una armadura recubierta de espejos, que al reflejarse el sol en ella cegaron al lagarto y en ese momento el caballero le dio muerte al lagarto con su espada. En las otras versiones el lagarto reventó excepto en esta. El lagarto ha llegado a convertirse en unos de los símbolos de la ciudad. Así que cuando estas comiendo demasiado te pueden decir que si continuas te arriesgas a reventar como “el lagarto de Jaén” o “el lagarto de la Malena”. 


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