05-06-2022
En 2022 hay personas que observan los tatuajes como moderno, de mal gusto, o incluso un acto de estupidez. El tatuaje lleva milenios acompañándonos, identificando nuestra cultura, rango social, pertenencia a un determinado gremio y, además, la superación de pruebas o etapas vitales. La momia más antigua encontrada de Europa, de 5.000 años, posee setenta y siete tatuajes. Sorprendentemente fue un hombre que murió entorno a los 40 años en la zona de los Alpes y que fue tratado con medicina tradicional de acupuntura, por motivos de salud. En Rusia hace 2.500 años se tatuaban los hombros para
determinar la jerarquía en la tribu. En el siglo V los griegos por medio de los tatuajes se identificaban entre ellos. En Egipto las féminas eran las más tatuadas por motivos religiosos, sanatorios o como castigo. En la Antigua Roma se utilizaban para marcar la jerarquía militar o para estigmatizar a los criminales. En la Edad Media la Iglesia Católica permitía a los caballeros templarios tatuarse para ser identificados en caso de morir en el campo de batalla. La Polinesia es famosa por su férrea cultura al marcaje de la piel como paso de la adolescencia a la adultez, así hasta cubrir todo su cuerpo, cuanto más tatuado más respeto se otorga a la persona. Les servía también para ahuyentar a los enemigos pues le otorgaba aspecto fiero. La Dama de Cao es una momia encontrada en Perú que en brazos y manos aparecen animales identitarios de su cultura. Curiosamente fue a partir del siglo XVIII cuando empezó a estigmatizarse esta práctica pues generalmente eran los marineros, prostitutas o delincuentes que habían pasado por la cárcel quiénes continuaron la costumbre. En Japón como castigo al que delinquía reincidentemente se le tatuaba y tal marca simbolizaba la pérdida de honor. Lo cual hizo que los criminales comenzasen a tapar con otros tatuajes más elaborados evocando la naturaleza. Por ello la Yakuza o mafia japonesa presenta esa imagen. El primer estudio de tatuaje fue el de Marin Hildebrandt un inmigrante alemán en Nueva York.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.