22-05-2022
Al igual que el lobo, el bandolero genera temor y fascinación. Y lejos de la leyenda fueron personas genuinas que decidieron a lomos de resistentes corceles galopar a través de los Marianos que hoy son un mar de olivos en Sierra Morena. Cuidaban, al contrario de lo que se cree, el aspecto físico y de sus ropas. Algunos fueron verdaderos desalmados de aspecto agresivo, pero muchos otros ofrecían ese halo de galantería característico, pues bajo sus principios trataban de ayudar al pobre, aunque no de forma trivial, pues también buscaban protección y silencio del
pueblo. Como Diego Corrientes Mateos, muy popular y querido por los jornaleros andaluces, cargado de osadía e ingenio se presentó disfrazado ante el Regente de Sevilla que ofrecía dinero e indulto por él, de manera que cobró su propia recompensa dejando al Regente bastante malhumorado, al tiempo fue arrestado por un chivatazo, siendo arrastrado y ahorcado. Incluso integrantes del mismo cuerpo que luchaba contra el bandolerismo colgaban el uniforme de miguelete para unirse a una banda. Es el caso de Luis de Céspedes, apodado el teniente Veneno, yendo a ver al Tempranillo, que fue uno de los Sietes Niños de Écija, le dijo: ¿Don José María me deja usted pertenecer a su banda? Era crucial tener buenas fuentes de conocimiento sobre carruajes que portaban los impuestos. No había coche que no parasen y rodeasen con sus caballos, con aspecto imponente dispuestos aligerar el suculento equipaje para el largo viaje hacia Madrid o Cádiz. Fue entonces, cuando Carlos III por medio de decreto ley, ordenó la creación de poblaciones y ventas cerca de la Carretera General de Andalucía, para dar vida a esos lares que utilizaban bandoleros para asaltar. Aquello fue el principio del fin para éstos. Otra de las figuras que destacó fue Luis Candelas, del que se decía portaba simbología masónica. Un personaje culto, que aprovechaba su inteligencia para saquear sin derramar sangre. Fue ejecutado en el cadalso profiriendo una misteriosa frase que rezaba: “Adiós, patria mía, sé feliz”.
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