23-10-2022


Dan Patrick, vicegobernador del estado de Texas, dice: “Los abuelos deberían sacrificarse para salvar la economía y no paralizar al país norteamericano. Deben morir”

Cristine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo y exgobernadora del Fondo Monetario Internacional, suscribe un documento: “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global”.

Taso Aso, exministro de finanzas japonés, afirma: “Pido a los ancianos que se den prisa en morir para que el estado no tenga que pagar su atención”.

No hace falta hacer ningún comentario a estas sentencias de estos mandatarios, pues son lo suficientemente claras para entenderlas.

Por el contrario, a lo que piensan estos altos e impresentables dirigentes con sueldos millonarios, una ciudadana de 83 años inició el pasado 1 de octubre una marcha, junto a otras 22 personas, desde Alcira (Valencia) para asistir a la gran manifestación que diferentes organizaciones de pensionistas han convocado en Madrid con el fin de reclamar unas pensiones dignas y que cuando este artículo vea la luz ya se habrá celebrado con una asistencia espectacular de manifestantes.

Aquí sí que hay que comentar. Frente a las miserables palabras de los tres dirigentes políticos los miles de ciudadanos y ciudadanas que se han manifestado en Madrid son referentes cargados de dignidad, coherencia y compromiso para una ciudadanía en la que no están solo los mayores sino los actuales trabajadores, trabajadoras y jóvenes a los que les están dando una lección que no deben olvidar. Recordad que esta generación es aquella que también en la dictadura y en la transición lo dieron todo para traer la democracia, la libertad y los derechos civiles, político y sociales que hoy estamos disfrutando pero que también estamos en riesgo de perder.

En una sociedad de consumo suicida (no olvidemos que los recursos son escasos) se trata de desechar los objetos de consumo lo más pronto posible para sustituirlos por otros. Un tanto ocurre con los mayores en la sociedad actual en la que eres útil si tienes capacidad de producir sino puedes ser arrinconado y aparcado.

Pero no, hay un hilo de esperanza, afortunadamente cada vez los mayores llegan con una mejor salud, plenos de facultades y llenos de vitalidad, y tal como se rebelaron contra un sistema sin libertades y sin derechos hoy se rebelan contra un sistema que pretende arrojarlos a la marginalidad y la exclusión.

Una sociedad no puede permitirse desaprovechar el legado, experiencia y la sabiduría acumulada de los mayores. Es mucho lo que pueden aportar en los diferentes campos de la cultura, la economía, la política, el trabajo… a una comunidad. El concepto de envejecimiento activo, acuñado por la OMS, significa independencia, dignidad, participación, seguridad, igualdad…derechos todos ellos irrenunciables.

Viejos no, mayores con derechos. Luisa, las manifestantes del 15 de octubre son el camino que se hace al andar. 


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