"Muchas son las razones de peso para rechazar de plano una guerra o cualquier acción violenta que conviene recordar por obvias que sean:"

2023-02-12


Es paradójico que al mismo tiempo que los países europeos, junto con los EE. UU. y otros, están mandando armas a Ucrania, y vendiéndolas a otros países para que masacren a otros pueblos, como es el caso de Arabia Saudí bombardeando a Yemen, los colegios de nuestro país celebran el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Todavía lo es más que algunas   instituciones que participan en esta celebración apoyen el envío de armas a Ucrania o que las vendan a otros países. Se justifica mandar armas en que el pueblo de Ucrania tiene el derecho a defenderse de la invasión de su país por parte del sátrapa Putin. Las preguntas que cabría hacerse son: ¿solo enviando armas se puede ayudar al pueblo de Ucrania?, ¿se ha pensado que el envío de armas contribuye a una escalada que pudiera desembocar en la utilización de armas nucleares?, ¿para qué servirían entonces esas armas?, ¿conocemos los intereses políticos y económicos que los países occidentales, en su mayoría miembros de la OTAN, tienen, no solo en Ucrania sino en la región?

Cuando se toman decisiones de la trascendencia del inicio de una guerra que en principio son impopulares y rechazables por una parte importante de la población la primera batalla es ganarse a la opinión pública buscando argumentos que justifique tales decisiones. (Recordemos cómo nos “vendieron” que la invasión de Irak era necesaria porque tenía armas de destrucción masiva). Si es triste que se defienda el inicio de una guerra, más lo es que un vecino, amiga o conocido con los que te cruzas en la calle todos los días admitan que era inevitable el inicio de tal conflicto.  

Muchas son las razones de peso para rechazar de plano una guerra o cualquier acción violenta que conviene recordar por obvias que sean:

-El alto coste en vidas humanas como primera y principal razón.

-El gasto económico que lleva acarreada un conflicto armado con consecuencias devastadoras para la población y en especial para la más vulnerable.

-La destrucción de infraestructuras y el inmenso gasto que supone su reconstrucción.

-Un conflicto no solo afecta al presente, sino que proyecta sus funestas consecuencias a las generaciones venideras, (Acordémonos de los efectos que tuvieron, y sigue teniendo, la Guerra Civil Española sobre sus contemporáneos y las generaciones del futuro).

Son muchas más las razones que se podría esgrimir para rechazar de plano un conflicto armado, pero para terminar este artículo no quiero dejar pasar la oportunidad de reseñar lo que a mi juicio hay detrás de cualquier guerra o conflicto violento que a veces se enmascara esgrimiendo solo razones culturales, religiosas, étnicas o similares: no tengo la menor duda que la causa más sólida que hay detrás de un conflicto es la económica.

Celebración del Día de la Paz sí, pero sin ocultar la verdad. Si queremos sembrar paz entre los escolares mostrémosle la realidad por cruda que sea.


Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment