Más de 700 millones de personas, 10% de la población mundial, viven en extrema pobreza al día de hoy. Sin embargo, este escandaloso dato comparado con la situación que se daba en 1990 de un 36% nos da un halo de esperanza para albergar la ilusión de que en 2030 este objetivo pueda ser cumplido.
2023-01-15
En 2015 la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La Agenda está compuesta por 17 objetivos de los cuales el primero es el siguiente: “Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”.
Más de 700 millones de personas, 10% de la población mundial, viven en extrema pobreza al día de hoy. Sin embargo, este escandaloso dato comparado con la situación que se daba en 1990 de un 36% nos da un halo de esperanza para albergar la ilusión de que en 2030 este objetivo pueda ser cumplido.
Conviene a la hora de afrontar una reflexión breve sobre pobreza precisar una serie de conceptos que nos ayudarán a enfocar este tema poco tratado en profundidad. La pobreza es considerada y medida en función del nivel de ingresos individuales, igual que el desarrollo económico es medido según el PIB que es la producción de bienes y servicios de un país en un año.
El Premio Nobel, Amartya Sen, propició un cambio de paradigma en la comprensión de desarrollo humano, la pobreza y la desigualdad (obsérvese que habla de desarrollo humano y no de desarrollo económico). Este cambio de paradigma significa centrarse en el individuo como unidad de análisis, en lugar de economía y calcular el progreso en función de las capacidades y las libertades, en lugar de los ingresos. El concepto de desarrollo fue sustituido por desarrollo humano y las medidas de desarrollo, pobreza y desigualdad pasaron de una dimensión a múltiples dimensiones. Esto supone con estas nuevas dimensiones que el PIB como índice de desarrollo debiera ser sustituido por el Índice de Desarrollo Humano para una mejor y más amplia comprensión de desarrollo. Los pobres no solo carecen de ingresos económicos sino de educación, salud, justicia y oportunidades. Dice Sen que la pobreza debe ser entendida como la privación de capacidades, todo lo que limite libertades para lograr algo, y no fijarse tanto en los bajos ingresos.
Marx denunciaba el fetichismo de la mercancía en el sentido de que la capacidad que tenemos para decidir y actuar constituye el espacio más adecuado para evaluar nuestro bienestar más que el de los bienes y las utilidades. Resulta por tanto urgente eliminar la concepción economicista del bienestar y el desarrollo. Resulta, también, de vital importancia el paradigma ético a la hora de afrontar la pobreza, pues no está solo en satisfacer las necesidades básicas sino las capacidades básicas cuya privación resultaría insoportable e incompatible con la dignidad humana. Y por último no podemos perder de vista la solidaridad como compromiso internacional para alcanzar los derechos sociales para todas las personas del planeta.
Erradicar la pobreza es complejo y difícil, pero sí que hay una evidencia: el modelo de crecimiento capitalista de occidente no acaba con ella. Es por tanto imprescindible un cambio de paradigma en el análisis de la pobreza …y un cambio en el modelo económico capitalista.
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