Sí, soy plenamente consciente que automáticamente algunos lectores dirán que este concepto está desfasado y que ya no tiene vigencia en el imaginario colectivo. Pero también soy plenamente...

2023-05-07


Sí, soy plenamente consciente que automáticamente algunos lectores dirán que este concepto está desfasado y que ya no tiene vigencia en el imaginario colectivo. Pero también soy plenamente consciente que hoy es más necesario que nunca la necesidad de recuperar para los y las trabajadoras la conciencia colectiva de “clase para sí” y poder salir del laberinto en el que estamos. Una vez más es necesario repetir que la batalla cultural está en todo su apogeo, pues se trata de alinearse con los intereses del poder económico, es decir, el capital o estar con la clase a la que se pertenece como trabajador, se tenga conciencia de ello o no. No estaría de más que repasáramos el concepto de hegemonía cultural de Gramsci.

Dice el vicepresidente de la COE que si el salario de un trabajador o trabajadora no da para llegar a fin de mes se deben activar los servicios sociales para ayudarle, es decir que para este señor el artículo 35 de la constitución que dice que debe haber “…una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia…” es papel mojado. Seguramente se reconoce plenamente constitucionalista.

El lunes pasado se celebró el “Primero de Mayo”, una fecha central para los trabajadores y trabajadoras que pasó sin pena ni gloria para muchos de ellos, pero que fue celebrada también por miles en nuestro país y por millones en el resto del mundo. Con seguridad que no están los sindicatos en sus momentos más álgidos, pero siguen estando ahí para mantener la llama encendida y la luz, aunque sea tenue, para cuando los necesitemos.

La historia nos da lecciones que no debemos olvidar. Durante siglos la economía estaba basada en el trabajo de los esclavos que no eran conscientes de su situación, es a partir de la revolución industrial cuando los trabajadores y trabajadoras tomamos conciencia de nuestra situación de explotación a la que estamos sometidos y a través de organizaciones sindicales, políticas y sociales se comenzó a ganar derechos: jornada de 8 horas, prohibición del trabajo de los niños y niñas, derecho al descanso semanal y a vacaciones remuneradas, derecho a una pensión…

La batalla cultural reside en eso, mientras las fuerzas del capitalismo, sean de la forma que sean, patronal, política, mediáticas, vuelcan sus esfuerzos en convencernos de que todos estamos en el mismo barco, las fuerzas de la izquierda, políticas, sindicales, estamos en convencer de que los intereses del capital no son los de los trabajadores; los primeros aspiran a acumular beneficios; los trabajadores debemos aspirar a ganar derechos en forma de mejores salarios, condiciones laborales dignas, seguridad en el empleo, etc. Creo que por obvio que sea lo que se dice en el artículo es más necesario que nunca repetirlo.

Este Primero de Mayo debiera haber sido una fecha apropiada para que nos hubiéramos planteado la necesidad de la unidad. ¿O no? 


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