Pero lo cierto es que elijamos lo que elijamos nos quedará bien siempre que estemos dispuestos a ello, digan lo que digan, piensen lo que piensen.

2023-07-02

Somos tallas que cuelgan insulsas en perchas de tienda de libre elección. Ropa que deberíamos pensar en guardar en cajones de recuerdo o darlo a caridad. Reflexiono sobre cómo quieren ser libres los cuerpos castigados por la falsa identidad frente al espejo. Cuerpos que musitan abandono cuando la piel queda demasiado grande para ellos. Somos tallas de la S a la XL. Reza porque haya una XXL, pero reza más aún si encuentras una talla justa que no distorsione la versión que tienes de ti mismo/a. Así es como esta sociedad cae en su embrujo. Perfecta esbeltez, perfecta sonrisa virginal, perfectos ángulos cuadrados. ¿El espejo es tu amigo? Míralo bien, dime si es verdad. ¿Cómo de asombrosa es tu desnudez? ¿Cómo de cóncavos tus huesos? Tócate las clavículas. Siéntelas. Es como un abrazo de raíces de árbol. Tu cuerpo habla por ti. Tú solo lees su respuesta, la dices al mundo. Te conviertes en tu espejismo. Te conviertes en tu espejo. Te conviertes en una talla. Así es como quiere la sociedad hacerte sentir. Viva pero muerta. Si miras alrededor verás diversidad de fisionomías. Altas, bajas, delgadas, esbeltas, formas de manzana, formas de pera. Somos algo comparado a la fruta. Expositores frente a un público juicioso. La adolescencia es la época más vulnerable. Comienza a cambiar el cuerpo, su metamorfosis. Comienzan a cuestionarse si está a la altura de quien tiene al lado y de si es importante la popularidad, arriesgando la real forma de ser. Yo misma caí en esa trampa durante toda mi vida. El acné, la constitución de unas anchas caderas, el cabello Dime tu talla y te diré que eres: eso nos quieren hacer pensar. Mira todas esas revistas, todas esas series de los ochenta como los vigilantes de la playa, todas esas perfectas curvas que desearías también tener. Manipulan nuestro ojo visionario, nuestro poder interior. Mueven las cuerdas. No hay piedad en algunos escenarios. Somos títeres de un palco ausente, pero atento a cualquier indicio de debilidad. Somos una talla que se encoge y se dilata. Una talla que año tras año debemos sopesar si queda bien encajado en nuestro esqueleto. De no ser así guardamos su anhelo en sendas perchas. Lo que fue y pudo haber sido. XXS- S- M- L-XL-XXL ¿Somos algo así como un código romano? ¿Somos una sucesión de claves que pierden su real orden en diferentes tiendas de ropa? ¿Somos una cadena de prefabricación? Vísteme, pero no me moldees, no trampees mi verdad. Colgaré tu falsedad en la última percha del expositor que promete una bonita perfección de tejido en mi piel. Pero lo cierto es que elijamos lo que elijamos nos quedará bien siempre que estemos dispuestos a ello, digan lo que digan, piensen lo que piensen. La piel también tiene su voz. Digan lo que digan, no hay más belleza que el alma.


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