28-08-2022

Ubicada en el barrio Vila de Gracia, se encuentra una de las plazas más famosas de Barcelona: la plaza del diamante. Es famosa por la aclamada novela catalana de Mercé Rodoreda. La plaza se llama así porque en 1850, el concejal Josep Rosell, concibió la idea de bautizar las calles de Vila de Gracia con nombres de joyas, por lo que fue conocido después como el barrio de los joyeros.

La plaza cobró protagonismo cuando se descubrió bajo su subsuelo un refugio antiaéreo construido por los vecinos para resguardarse de la Guerra civil. Es uno de los más grandes que existen en Barcelona. El libro la plaza del diamante fue publicada en 1962 y está considerada una de las obras maestras de la literatura catalana. Escrito con un lenguaje sencillo y directo, cuenta la historia de la joven Natalia apodada “Colometa” en catalán: pequeña paloma; que sufre los años convulsos de la postguerra, la segunda República y la Guerra civil. La novela recorre los barrios de Barcelona y late en ella esa época donde ser mujer era ocupar un segundo puesto. En la novela se respira esa humillante relación que la protagonista vive y su constante lucha por la supervivencia y la búsqueda de su propia identidad. La historia nos traslada primeramente a una feliz verbena donde el techo está adornado con flores de papel. Todos bailan, lo pasan bien. Te contagia ese ambiente feliz que ignoraba la proximidad de un futuro que haría temblar la ciudad. Es en ese baile donde Colometa conocerá el amor y la desdicha.

La novela fue traducida a más de cuarenta idiomas e hicieron una película en 1982 dirigida por Francesc Betriú. El libro cuenta con detalle la tensión que se respiraba en las calles debido a la guerra, así como la hambruna y la fuerza del espíritu por salir adelante. Sentí ternura por la protagonista, porque no solo era dulce e ingenua, también valiente. La autora escribió la novela encerrada en un palomar azul de la casa materna. Esto le ayudó a inspirarse. Dicen que era una mujer secreta, que pocas veces se la podía ver. Tenía como afición la pintura, pero decidió dedicarse exclusivamente a la escritura. La escultura de bronce que representa a Colometa, te hace sentir su desesperada fe por escapar de ese opresivo ambiente. Su rostro está contraído por el dolor y el temor. La obra la realizó Xavier Medina Campeny en 1984. Las palomas en la plaza son un símbolo de fragilidad y deseos de emprender el vuelo pero que se ven ateridas por la ausencia de esa libertad. Es sin duda uno de los sitios que recomiendo visitar. Cuando paso por allí y veo las palomas emprender su vuelo, imagino a Colometa volar entre ellas, siendo libre para siempre.

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