17-07-2022
Si alguien a día de hoy, sigue creyendo que nuestro amado líder, para sus palmeros; odiado, para los que tenemos que pagar sus patadas en la boca a todo atisbo de justicia. Cuando no, miccionando directamente sobre la legalidad vigente, con la inestimable ayuda de radicales, separatistas y etarras convenientemente blanqueados por él. Y como no, panzas agradecidas como las del Revilluca y la de Teruel existe. Llegados a este punto, donde podemos comprobar que, si para algo podía servir ese papel mojado con tonos amarillentos y un hedor a amoníaco que tira de espaldas, llamada Constitución de 1978, era de freno. Estaba equivocado por crédulo y/o directamente por tonto.
Después de ver como en Ermua, pueblo de Miguel Ángel Blanco. Sí ese chaval que fue ejecutado de forma miserable por ETA, por el atroz crimen de ser concejal en el Ayuntamiento de su pueblo, y que no conocen nuestros niños y jóvenes, puesto que no sale en sus libros. Pues como decía, mientras el Dr Fraude escupía sobre todas las personas que allí estaban, limpiaba la pistola con la que le habían pegado los dos tiros, para guardarla. Ya la sacará cuando le convenga, como hace con todo, desde que por desgracia apareció en el horizonte político español, para emponzoñarlo todavía más de lo que ya estaba.
Ahora, que va a velocidad de crucero, va a por el poder judicial. Y todo apunta que lo conseguirá, porque lo que realmente le quedan son algunos pocos vocales díscolos del CGPJ y, como no, el mal llamado Tribunal Constitucional, que ni es Tribunal y lo de Constitucional, lo es a demanda. Hasta ahora, se lo repartían con la cómoda oposición del PP, ocupado en sus clases particulares de violín, por lo que siempre los pillan con el paso cambiado. Y po si fuera poco, ahora sale Pablo Iglesias, al que ya no se le puede llamar el “chepas”, ni “coletas”, así como tampoco “bocarape”. Puesto que ahora está totalmente renovado, después de ese conveniente barbecho sufrido. Cómo se notan las duras jornadas de “chapa y pintura” echadas a destajo, para conseguir que parezca algo “guapo”, positivo y lustroso, cuando sale en esos publirreportajes que le hacen de vez en cuando, con su jersey de marca a la espalda.
Pero lo de la ciudadanía ya es de traca. Nos están quitando de las manos todo lo que con arduo trabajo hemos conseguido, con ese hábil trile de su justicia social. Con lo que poco a poco y al tran tran, se va imponiendo esa gran estafa de la agenda 2030. Porque esa es la realidad, cuando terminen, no tendremos nada, pero seremos felices. Ya que no vamos a tener ni esos “bichos” que nos dicen que tenemos que comer, en vez de carne. Y que vamos a pasar frío a oscuras, porque tendremos que pagar la guerra en Ucrania. Mientras nos ocultan que, por ejemplo, el gas que compramos a Rusia y USA es mucho más caro, que el de Argelia. Que no quiere relaciones con nosotros, puesto que no somos de fiar. Y el poco que conseguimos de ellos, encima se lo vendemos más barato a Marruecos, por ejemplo. De igual forma que la electricidad, después de pagar 500 veces más por ella, nos la compra Francia, después de bonificarla. Pero no pasa nada, porque somos muy buenos y no protestamos. Con lo que finalmente nos dará de comer nuestro querido líder, mientras le cantamos que buenos son, que nos llevan de excursión. Aunque esta sea en realidad virtual.
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