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Desde hace ya varios días, demasiados diría yo. Venimos siendo bombardeados por la propaganda electoral que todos los partidos, en lucha eterna por controlar el número suficiente de votos, que les permitan, primero entrar en el reparto de la pasta, siempre acompañada de una porción de poder... |
2023-03-26
Desde hace ya varios días, demasiados diría yo. Venimos siendo bombardeados por la propaganda electoral que todos los partidos, en lucha eterna por controlar el número suficiente de votos, que les permitan, primero entrar en el reparto de la pasta, siempre acompañada de una porción de poder. Y segundo, intentar insuflar en la opinión de los votantes, que los bribones, puteros y corruptos son los otros.
Ejemplo de ello es el Dr. Fraude sobre su cojín mullido del PSOE, qué tiempo ha, dejó de ser socialista y mucho menos, obrero y español. Todo al servicio del sillón autocrático. Ahora resulta que todos y cada uno de los asaltos que han cometido sobre todas las instituciones del Estado hasta controlarlas, no eran tales. Porque así lo dictan, por un lado, el fiscal general de “Delgado” y como no, de Pumpido y sus titobernis, siempre al rescate del jefe mientras danzan arremangándose las togas, porque ya las tienen suficientemente manchadas de fango. Todo está bien, todo está dentro de lo permitido.
Por el otro lado, tenemos al PP, supuestamente partido principal de la oposición. Liderado por un “clon” del inefable Rajoy e igual de cobarde que él. Quien, en vez de hacer, o al menos, intentar hacer algo, se conforma con la seguridad que cuando el país termine de desangrarse, el cuerpo casi inerme del mismo, le tocará a él gobernarlo, eso sí, siempre de perfil. Y claro, todo el mundo sabe que desde que dejó de pasear en barcos, que de haber pasado por la bahía de Algeciras y no en su feudo natural de Galicia, podrían haber sido abordados al más puro estilo corsario. Sin embargo, ahora, como vive en Madrid, eso ya pasó incluso de moda. Pero de lo de hacer algo, de eso nada. No sea que se canse y se despeine, que queda mal ante las cámaras.
Vox, por su parte, en un intento de que cambie algo, interpuso una moción de censura contra este gobierno lleno de humo, inepcia y radicalidad, que a veces raya la estulticia. Pero claro, todo parece indicar que no va a contar con más apoyo que sus propios diputados. Ya que ni siquiera el candidato presentado, si pudiera votar, lo haría. Porque sinceramente, desde hace ya un tiempo, este partido otrora azote de Pinocho y sus gepettos, o ha perdido el norte. O le sienta mal empezar a mover tanta gente. Porque lo que yo veo en la calle es una multitud de personas no descontentas, sino esquilmadas y tan cabreadas, que seguirían a cualquiera que pudiera sacarlos de esa situación.
Por lo que todo parece indicar que seguiremos en esta situación tan ideal, según la ministra de hacienda, alias la “chiqui”. Que cuando va al súper, siempre encuentra ofertas. Pero la realidad, según mi humilde opinión, es otra muy distinta. Con una clase media ya casi desaparecida. Que no llega a fin de mes, por una inflación en los alimentos frescos por encima del 16%. El precio de la energía, por las nubes. Y el estrangulamiento que supone la presión fiscal en España. Pero para eso tenemos la propaganda por la mañana, tarde y noche, nos bombardean con anuncios acompañados de trompetería, para hacernos saber que los impuestos sirven para esto y aquello. Cuando la realidad, es que solo sirven para malgastarlos en subvenciones, convolutos y prebendas que ellos mismos se otorgan. Por lo que la moción presentada, no será de censura. Si no de clausura del estado del bienestar.
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