2022-11-20
Realmente estoy cada día más sorprendido. Puesto que los mal llamados políticos, que dicen representarnos. No son más que una banda de tahúres que, como tales, solo juegan si tienen las cartas marcadas. Y para que no haya protestas violentas, nos van conformando día a día, apelando a nuestras emociones. Diciendo que lo vamos a pasar mal, pero solo estando unidos, saldremos adelante.
Al tiempo, van sacando el poco dinero que queda en las arcas públicas. Como, por ejemplo, en las pensiones. Cuando llegó el inefable Zapatero a la presidencia de España, había 85,000 millones de € en la llamada caja de las pensiones. Y como consecuencia de sus mal llamadas políticas, eufemismo para referirse al despilfarro, cuando no, al robo directamente. Se empezó a vaciar dicha caja, primero poco a poco. Diciendo que era una cosa puntual, para luego hacerlo abiertamente y sin esconderlo, con la justificación de la necesidad. Llegando esa forma de actuar a convertirse en algo normal. Así podemos comprobar como todos y cada uno de los gobiernos han mentido tanto en sus discursos, como en sus actuaciones, creando artificios fiscales y financieros que nos endeudaban cada día tanto, que ya ni siquiera nuestros nietos, podrán pagarlo.
Ahora con este gobierno infame que nos roba hasta las ilusiones, esto está llegando al paroxismo. Bien es verdad, que desde que se dio a conocer nuestro presidente “Pinocho Fraudez”, ha ido obrando paso a paso, siguiendo su propio guion, a espaldas de todos. Ante la certeza de que el pueblo español no tiene memoria, ni dignidad. Puesto que, con recordarle un día sí, y otro también, la guerra civil, ya está todo hecho.
Pues bien, ahora estamos ante una estafa moral a la altura de la historia, que hasta se repite. Este mal llamado gobierno, puesto que es una hidra con dos cabezas, hace cosas que crean polémica, para esconder lo importante. Que no es otra cosa que seguir destruyendo lo que tanto costó construir, nuestro país, España. Sabiendo como saben, que a rio revuelto, ganancia de pescadores. Para ello, primero han estafado al pueblo que inocentemente cree que, votando, decide. Luego, una vez en el poder, van acercando a los etarras encarcelados, no sin antes haberles entregado la política penitenciaria a esos mismos que están presos. Y respecto a los golpistas catalanes, no solo los han indultado. Sino que ahora, después de haberlo escondido durante el tiempo necesario, se cargan el delito de sedición, poniéndolo al mismo nivel que una disputa de vecinos. Para ahora terminar, eliminando el de malversación. Así, sin miedo a sufrir consecuencia alguna, se podrán volver a presentar a las elecciones, para seguir en la misma línea. Y encima se encuentran con el añadido, de evitarle la cárcel a sus colegas, que robaron y desviaron más de 650 millones de € en Andalucía.
Por lo que ahora es el momento para actuar, no podemos esperar. Porque con las cosas así, se asegura un posible cambio de régimen por la puerta de atrás, a través del hecho consumado, durante su mandato. Y si así no pasara, lo hará próximamente, puesto que cuando vuelvan a atentar contra el estado, no habrá armas jurídicas con las que luchar. Mientras los jueces y fiscales, se limpian las togas del polvo del camino.
Porque como decía Burke: “lo único necesario para que triunfe el mal, es que los hombres buenos no hagan nada”.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.