2022-12-03
Estaba escuchando la radio, como suelo hacer, y de repente me quedé “petrificado”. Ya que de improviso salió a la palestra Pedro Sánchez, alias “Pinocho Fraudez”. Pavoneándose y regocijándose de puro gozo frente al espejo, dando una de sus inaguantables trolas televisivas, estilo “aló presidente”. Sin importarle si alguien lo cree, porque las da para él mismo. Cuando con trompetería dijo: “seré el presidente que pasará a la historia por ser el que exhumó al dictador…”.
Pero como se puede llegar a tal desfachatez, me pregunté. En un país en el que se hacen las cosas siempre en el “backstage”, como se dice en el mundillo de la farándula. Ayer mismo el ministro Escrivá reconoció que se van a recortar las pensiones, ya que la hucha donde se guardan esos fondos recaudados durante años a todos y cada uno de los trabajadores, está vacía ¿Pero nadie se cuestiona el por qué? Porque no solo es debido a que nos han robado a manos llenas, sino que además cada vez hay menos gente trabajando. Porque la realidad es que cada día que pasa hay más gente subsidiada y al mismo tiempo, cada día somos menos aportando. Debido a que la tasa de natalidad se hunde en España, situándose en un pírrico 7,1‰. Ya que cada mujer, que por ahora y mientras la ministra de “igual dá” decida lo contrario, solo ellas pueden concebir y parir hijos, y por desgracia esto ocurre con un índice de 1.19 por cada mujer. Con lo que podemos vaticinar que pronto, lo que supuso para el sistema el babyboom de los 60, se desvanecerá.
Con una deuda que ya supera el billón y medio, que, aunque nadie lo quiera decir, nunca podremos pagar. Con una inflación en los productos alimenticios de primera necesidad, del 12.7%. Y que por supuesto, el gobierno no reconoce. Ya que la inefable ministra de economía, más conocida como “Nadie Calviño”, experta en maquillaje del bueno, esconde una pequeña trampilla estadística, de forma que cuando dice que está bajando. Lo que realmente está sucediendo es que se está ralentizando. Ya que, para el cálculo del IPC mensual, se hace como el cambio interanual en el valor de los bienes y servicios incluidos en el estudio de referencia que elabora el INE. Por lo que en octubre de 2022 nos estamos comparando con octubre del 2021. Y teniendo en cuenta que fue precisamente el año pasado cuando empezó a subir con fuerza este terrible impuesto a los pobres, que supone la inflación. La subida que ahora estamos experimentando se maquilla en base a ocultar esa realidad, y se culpa a un factor externo, como ahora hacen con la guerra, como si fuera algo puntual. Pero si miramos hacia atrás, podremos comprobar que, en octubre de 2021, el IPC subió un 1,8%, frente al -0,8% de 2020 o el 0,1% de 2019. No hay que ser economista para ver que esconder esa realidad, es decir la verdad a medias. O sea que mienten, si no me creen, comparen su cesta de la compra después de pagar, porque esa pequeña “ralentización”, que presentan como una bajada, es acumulativa. De ahí esa pérdida de poder adquisitivo.
Después de todas las derivas dictatoriales que este gobierno está teniendo, y que nos está llevando al filo del precipicio. Viendo ayer al presidente, tal y como empezaba esta columna. Me recordó a esa maravillosa película ideada y dirigida por el gran Chaplin. Por lo que, a partir de ahora, ya no me recordará a Pinocho. Sino que lo hará a Charlot.
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