JUAN CANO PEREIRA 

"Los más entusiastas incluso se arrogarán una vez más esa consigna repetida hasta la saciedad en estos días, y me gritarán a la cara: «¡solo el pueblo salva al pueblo!» 

2024-12-01

 

Mala Gente

 

Lo dice Nick Cave en su canción, que la gente no es tan buena como parece. Incluso, sin querer, por puro instinto de supervivencia, la gente, tomada así, en genérico, puede terminar convirtiéndote en un despojo, un daño colateral provocado por los devastadores efectos de su deriva natural. Esto es ese «sálvese quien pueda» que describía uno de los supervivientes de la reciente DANA, mientras entre lágrimas contaba la inexplicable parálisis que le impidió ayudar al compañero de trabajo que estaba siendo arrastrado por la riada. Esta persona era consciente del momento (un leve instante) en el que tuvo que elegir entre la seguridad que le daba el árbol al que se agarró con todas sus fuerzas a la incertidumbre sobre la propia vida que le suponía tan solo pensar en ayudar al otro.

Algunos me objetarán que cómo me atrevo, además con la peregrina escusa de la letra de una canción, a llamarnos a todos «mala gente», precisamente ahora que los periódicos, los noticiarios de las televisiones y, lo que es más importante en este tiempo que nos tocó vivir, las redes sociales se afanan en poner el foco en el arrebato de solidaridad que, ante la adversidad, le ha crecido a la sociedad española y, en concreto, a los más jóvenes, a esa generación de futuro incierto a la que llaman «juventud de cristal».

Los más entusiastas, incluso se arrogarán una vez más esa consigna repetida hasta la saciedad en estos días, y me gritarán a la cara: «¡solo el pueblo salva al pueblo!»

Por supuesto que por puro instinto de supervivencia ante las vociferantes hordas de damnificados de no sé qué diablos —no estoy hablando, claro está, de quienes han perdido todo en esta catástrofe— me callaré («Silencio» fue el título de mi última entrega), no sin dejar de observar la evolución de esta deriva solidaria, por consideración precisamente hacia los verdaderos afectados. Porque pasado ese primer momento (ese arrebato tal vez), pasados los meses, incluso los años, ¿habrá quedado algo de ese pretendido pueblo salvador?

Soy optimista. Por eso confío en que sí, que quedará la verdadera esencia de ese eslogan, una vez despojado de los populismos, que a buen seguro habrán corrido raudos como hienas a por la carroña generada en la página siguiente, en la noticia siguiente, en la catástrofe siguiente…

Estoy convencido que serán las instituciones que el pueblo se ha dado, y los mecanismos y herramientas que estas proporcionen, las que sigan todo el tiempo que haga falta después regenerando, reconstruyendo esos pueblos devastados.

Las estaciones —continúa Nick Cave en su canción— se suceden. Por eso que debemos de convencernos, a pesar de que la gente nunca será buena del todo, que tras este invierno que arrastró las flores, dando tremendo puñetazo contra los ventanales de nuestra apacible vida, algún día regresará la primavera.


 

Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment