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PINO CABRAS
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Pino Cabras
22/11/2024
Esta noche el mundo entero se ha dado cuenta: Moscú no va de farol. De hecho, el misil balístico hipersónico de medio-largo alcance con múltiples cabezas nucleares independientes lanzado por Rusia hacia Ucrania se lo deja muy claro a bastantes cabezas calientes pero vacías que tenemos a este lado del mundo. Para todos los irresponsables que creen que Moscú se rendirá ante su insistencia en la provocación, el lanzamiento de respuesta vino acompañado de un mensaje de Vladimir Putin.
El mensaje de la noche del 21 de noviembre complementa su primer mensaje de hace unas semanas, que los estirados gobernantes de Washington y su coro de periodistas rusófobos no habían querido tomarse en serio, aunque no dejaba lugar a dudas.
Todo muy claro: el lanzamiento desde suelo ucraniano de un tipo de misil de largo alcance que sólo puede funcionar con la ayuda tecnológica, satelital y organizativa de potencias ajenas a las fuerzas armadas ucranianas conlleva la implicación directa en una guerra contra Rusia de esas mismas potencias, y a su vez implica una adaptación de la respuesta rusa. De ahí: un cambio de doctrina sobre el uso de armas nucleares, el empleo de armamento novedoso que equilibre el nuevo nivel de amenaza, la consideración de las bases militares de las potencias que atacan el territorio de Rusia como objetivos legítimos de una respuesta necesaria.
El flamante misil Oreshnik se presentaba en estos términos: demasiado rápido para ser interceptado de algún modo, extremadamente preciso, capaz de alcanzar muchos objetivos a la vez, con un alcance que puede llegar a todos los rincones de los territorios de las potencias europeas. Por ahora sin ojivas, mañana potencialmente con ojivas nucleares.
Para reiterar: ojivas nucleares no interceptadas, precisas y de alcance ilimitado. Cada uno de los Oreshniks puede desplegar sobre 6-8 objetivos otras tantas cabezas nucleares, cada una con una carga por valor de 100-200 Hiroshima. ¿ESTÁ CLARO EL ASUNTO?
Todo tranquilo, ¿no? ¿Quieres confiar tu vida y la de tus hijos a Ursula Von Der Leyen, a Mark Rutte, a Pina Picierno, a todos esos maravillosos estadistas sonámbulos que quieren escoltarnos suavemente al abismo llamándonos "putinianos" si usamos la razón?
¿Vale la pena entonces perseguir a políticos mayordomos que ya ayer aceptaron sin pestañear una fuerte degradación económica e industrial de Europa en beneficio de Estados Unidos, que hoy aceptan exponernos a un súbito deterioro de la seguridad militar y mañana aceptarán un holocausto nuclear a escala continental?
¿Creen que estos lunáticos que han disparado contra el genocida Oriente Próximo para bombardear todos los edificios de la Franja son filántropos creíbles apasionados por establecer la democracia plena en algún otro lugar? ¿Estos miserables siervos de siervos, estos jerarcas viciosos y obtusos?
Lo que está en juego ahora es esto, por si aún no estaba claro: en Occidente, una clase dirigente formada por individuos seleccionados en función de su voluntad de sacrificar a pueblos enteros, está en proceso de sacrificar a pueblos enteros. Esta máquina de locura debe detenerse. ¿Saben cómo terminó su mensaje el presidente ruso? "Siempre hemos preferido y ahora estamos dispuestos a resolver todas las cuestiones controvertidas por medios pacíficos, pero también estamos preparados para cualquier desarrollo de los acontecimientos. Si alguien todavía duda de esto, entonces es en vano: la respuesta siempre estará ahí".
Es sabiduría política y humana ampliar el atisbo de paz. Es criminal insistir en la guerra total. No creáis ni una palabra del coro de los grandes periódicos y movilizaos todo lo que podáis para alzar vuestra voz y la nuestra, nuestros canales y la inspiración de los que quieren la paz. Sabiendo que utilizaremos cada vez más el arma de la palabra, pero que a partir de ahora crecerá también la palabra de las armas.
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