17-07-2022

En la gloria del Humanismo la memoria es la honra. Rendir tributo a las víctimas, a todas, es un gesto de pureza de toda persona congratulada con el propio Humanismo que en sí misma alberga. Pero el Humanismo puede tornarse frágil y saltar en pedazos cuando quienes pronuncian sus discursos o posiciones sobre las víctimas homenajeadas; entran en la distinción de las propias víctimas situándolas en víctimas de primera, de segunda, tercera… hasta llegar al infinito numérico categórico donde las víctimas: ya no existen o meramente, para quienes cuentan en esa peculiar numerología, nunca fueron tales víctimas.

Ante esta realidad constatada en el homenaje del 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, no resulta extraño que, para muchos ciudadanos, las voces de la oficialidad (jefe de Estado, presidente de Gobierno, resto de autoridades y representantes sociales) que ese día se escucharon, meramente sonaran a palabrería molesta a los oídos del Humanismo donde desde el trasfondo del ensalzamiento se filtraba el odio para esas otras víctimas ‘de menor categoría’ o que no lo son para parte de la sociedad reciente de España. Donde los bandos siguen vivos y muy definidos. Donde los dolientes, tal vez, nunca perdonen. Donde derechas e izquierdas piden y quieren lo mismo, exigen justicia, obviando lo justo porque se niegan (los unos y los otros) cuanto piden y quieren solo para ellos; pero que nunca jamás será justicia para los otros.

Estos días, las derechas han reproducido discursos que históricamente las izquierdas han reclamado, y jamás, las derechas los han aceptado y defendido ante las causas de víctimas que se pronunciaron. Hasta los han negado.

Hoy, herederos, distanciados de crímenes y violencia, con moralidades que no condenan ni piden perdón, sí se pide unidad y defensa con las víctimas, justicia; y quienes inusitadamente lo piden con vehemencia siguen sin reconocer en lo justo, qué víctimas las son y lo fueron: TODAS. Una vez más, con este homenaje; ha ganado el cinismo y la hipocresía frente al Humanismo. Ultrajando la memoria.

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