No hace mucho tiempo hubo una época en la que el objetivo de cualquier mortal era el de alcanzar el máximo acopio de propiedades privadas. La gente trabajaba, no por gusto, sino…

2023-05-07


No hace mucho tiempo hubo una época en la que el objetivo de cualquier mortal era el de alcanzar el máximo acopio de propiedades privadas. La gente trabajaba, no por gusto, sino para tener propiedades privadas. La gente no se iba de vacaciones, no por falta de ganas, sino para tener propiedades privadas. La gente no comía en los mejores restaurantes y no se compraba joyas, no por falta de deseo, sino para tener propiedades privadas. Y ese sueño de propiedad privada se materializaba, normalmente, en la vivienda. Era algo bueno, positivo y bien visto por la comunidad.

Pero ahora, en pleno cambio de paradigmas a base de fórceps, el poseer más de un inmueble, fruto del trabajo, merece un duro castigo. Penas que van desde la más que arbitraria subida de impuestos, obligaciones que rozan lo dictatorial o casi el escarnio público. Vaya, y yo esperando como agua de mayo una nueva ley de Vivienda que terminase con el suplicio que viven los propietarios con respecto a sus casas okupadas. Hablo de tu vecino que tiene un apartamento en la playa y del que sigue pagando la hipoteca. Hablo de tu prima que tiene okupado el piso de su madre desde que tu tía falleció. Este Gobierno va a terminar con el problema de la okupación, porque no va a haber viviendas privadas que ocupar.


Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment