2022-01-01
Aprovechando estas fechas tan señaladas no quiero dejar pasar la ocasión de desearles un próspero Año Nuevo.
Normalmente, la mayoría de las personas se proponen clásicas metas como aprender inglés, apuntarse a un gimnasio o terminar aquel curso de restauración de muebles que comenzaron allá por la pasada década. Todos ellos deseos loables y dignos de mi admiración. Pero este nuevo año, para mí, tendrá un especial significado. A mi edad he descubierto que los sueños que marcan una vida deben de seguir siendo sueños, porque cuando se hacen realidad pierden su halo mágico y casi sagrado para convertirse en algo tan mundano y terrenal que decepcionan... 
Los sueños son necesarios, marcan nuestro camino, nos aportan la ilusión indispensable para seguir adelante sin dejarnos caer en el desánimo, pero cuando se llega a tocarlos con la punta de los dedos y, como hipnóticas, pompas de jabón, explotan delante de nuestros ojos, nos hacen llorar, no solo por el escozor que provocan, sino porque no sabemos cómo llenar el vacío que dejan. Nos enseñan desde pequeños a seguir nuestros sueños, pero no nos preparan para el momento en que esos sueños se esfuman. Busquen ilusiones que reemplacen a otras, no se rindan, porque esa es la esencia del ser humano. Feliz Año 2023
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