El voluntariado es la acción que se realiza de manera voluntaria, sin contraprestación económica o de otra especie, en ayuda de otras personas o causas solidarias. En la actualidad se encuentra muy...

2023-05-21


El voluntariado es la acción que se realiza de manera voluntaria, sin contraprestación económica o de otra especie, en ayuda de otras personas o causas solidarias. En la actualidad se encuentra muy regulado para evitar que el desempeño de este tipo de actividades colisione con otras de carácter laboral, para evitar en lo posible cualquier forma de abuso y para garantizar la seguridad y dignidad del trabajo realizado.

Esta regulación es lo primero que se encuentra la persona que decide emplear parte de su tiempo libre en una causa altruista y, siendo totalmente necesaria, a veces enmascara otras características de la acción de voluntariado que brotan directamente del interior de cada uno.

Cuando una persona da el paso de incorporarse a un proyecto de acción solidaria en cualquiera de las muchas organizaciones que los desarrollan, puede hacerlo desde una posición de aburrimiento, hastío o necesidad de mantener la mente alejada de alguna mala experiencia y así es frecuente que el interés decaiga pronto porque realmente nunca lo hubo.

Descartando estas personas, la figura del voluntario/a presenta algunas o muchas de estas características: un fuerte sentido del compromiso, de lo que debe hacerse, de lo correcto, del bien común; inclinación a la bondad, a la ayuda mutua, a la compasión; naturaleza dispuesta, generosa, colaborativa y sensible a las necesidades ajenas.

Todas estas características forman parte de la vida interior, de las características esenciales del ser humano y ya se sabe que no son pátinas culturales sino logros evolutivos. La educación y la experiencia consciente son vías de descubrimiento y activación de estos valores o virtudes y las escuelas de filosofía a la manera clásica como Nueva Acrópolis o las organizaciones de voluntariado como tantas que operan en la sociedad ofrecen respectivamente esa formación y actividad.

El progresivo desarrollo interior, que tiene en la generosidad uno de los principales valores morales (y no es el único) acaba provocando la necesidad natural de ayudar, necesidad que generalmente se canaliza en la actualidad bajo la forma de voluntariado. Y este, conforme se consolida, reafirma a su vez los valores morales y enriquece la vida interior, dando lugar a un bucle que se retroalimenta.

Jean Pictet, en sus comentarios a los Principios de la Cruz Roja, describe muy bien este escenario interior: “Servir quiere decir dar, sacrificar una parte de sí mismo, de lo que se posee, en favor de otros, escribió Jean-G. Lossier. Según él, es necesario, en primer lugar, conocerse, encontrarse a sí mismo, único medio de conocer y de encontrar a los demás. Es muy cierto que cuanto más grande sea nuestra riqueza interior, más frutos producirá nuestro trabajo. Si no hay luz en nosotros, ¿cómo iluminaremos el camino?” 


Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment