... La “congregación” del “Que te vote Txapote” que acude a actos que honramos y admiramos la gran mayoría de españoles, no respeta,
2023-10-22
Patriotas
Admirable el desfile de las Fuerzas Armadas del pasado 12 de octubre. La capacidad de trabajo, de organización, de respeto de nuestro Ejército es evidente, y reconozco que un desfile como el del pasado día de la Fiesta Nacional es un hito especialmente apreciable por todo lo que conlleva.
Frente a ello, el ejercicio de estupidez humana de quienes, revestidos de un constitucionalismo ficticio, y en el uso de la libertad de expresión que tanto costó conquistar a los demócratas, aprovechan cada 12 de octubre la presencia diligente de miles de militares, la Casa Real y las Instituciones que nos representan, para hacer gala de su “amor” a la patria de todos, y acercarse al Paseo del Prado a cantar algo tan “prodigioso”, como “Que te vote Txapote”; esa exquisitez inventada y jaleada por las derechas en el marco de su virulenta campaña electoral, contra el gobierno y el presidente del gobierno de este país, y que continúan reproduciendo sus huestes de la caverna, a sabiendas del dolor que causa a las víctimas del terrorismo, a sus familias, y a quienes no dejamos de recordar una época terrible de dolor que acabó, precisamente, con un gobierno socialista.
La fascinante frase fue utilizada por la presidenta madrileña Díaz Ayuso en sede parlamentaria; un senador, como Rafael Hernando, se permitió decir en redes sociales que, si viviera el asesinado Gregorio Ordóñez, se la gritaría al presidente Pedro Sánchez. ¿Qué más límites de la indignidad les quedan a estos personajes por atravesar?.¿No se les ocurrió ninguna otra pérfida frase cuando el PP, entonces en el poder, trasladó a casi 500 etarras a cárceles próximas al País Vasco? ¿Ninguna frase para Aznar cuando reconoció a ETA como Movimiento Vasco de Liberación?
La “congregación” del “Que te vote Txapote” que acude a actos que honramos y admiramos la gran mayoría de españoles, no respeta,
ya no a su gobierno, tampoco a la bandera o al ejército, que con cariño, profesionalidad y ahínco preparó tan bien el desfile. Yo supongo que, en la España que ellos pretenden forjar, sobran —y, por tanto, no dudo que habrán renunciado personalmente a ello—, otras muestras de servicio a la patria, como la subida de las pensiones, el incremento del salario mínimo, o cuantas mejoras han nacido de la gestión de ese gobierno y ese presidente que odian indisimuladamente.
La voz de las urnas no les vale. Tienen que ir a liarla; y no les avergüenza gritar el nombre de un terrorista delante del Rey y de todo un ejército, en el día de España y de todos los españoles. Alguien del PP debería decir claro que ese grito es una ignominia. Les deberían retumbar las palabras de hace unos días de Consuelo Ordóñez, que reproduzco para finalizar:
“Quiénes siguen entonando ese doloroso y repugnante eslogan lo hacen a sabiendas del dolor que nos causa. Las víctimas de Txapote es lo último que les importa, ni siquiera saben sus nombres. Pero qué vamos a esperar con el ejemplo que reciben de algunos de sus líderes políticos”.
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