¿Se imaginan que la pandemia, la guerra y la inflación hubiesen sido gestionadas por un presidente del gobierno como Feijoo y un vicepresidente como Abascal?

2023-07-16


Hace unos días amanecimos de nuevo con una gran noticia: casi 21 millones de personas ocupadas en mayo, según los datos de afiliación difundidos por el Ministerio de Seguridad Social.

Un dato que se completa con la caída del desempleo en 50.268 personas; una cifra que reduce el nivel del paro a su grado más bajo desde septiembre de 2008, fecha de la caída de Lehman Brothers.

Son los últimos datos oficiales sobre creación de empleo que tendremos antes de las elecciones generales. Por tanto, el apocalipsis económico preconizado por el profeta Feijoo fue, simplemente, una gran mentira. Una más.

Eso que el PP denomina “populismo económico” —para que me entiendan, lo de hacer política para mejorar la vida de todo el mundo, y no solo la de los ricos—, ha hecho que 145.000 pensionistas de la provincia de Jaén hayan visto incrementada su pensión media entre 214 y 250 euros.

Tal vez es el de las pensiones el caso más paradigmático a la hora de confrontar la gestión y las políticas del PSOE con las del PP, cuyo modelo, en dos palabras, es que, las pensiones son para quien pueda pagárselas. Es el que desplegaron los gobiernos de Rajoy, recordemos: Revaloración de un pírrico 0,25 por ciento. Costaba más la carta que la subida. A ese ritmo, al ritmo del PP del 0,25 %, hubiese costado 34 años, 34, hacer lo que el gobierno de Pedro Sánchez ha hecho en uno solo. Subir el 8,5 por ciento. Un pensionista de 70 años hubiese necesitado llegar a los 104, para ver en su nómina las cantidades que se le han acreditado en enero de este año.

No, no sólo es mentira y es un insulto inconsistente el ataque del PP a las mejoras desarrolladas por el PSOE, sino que refleja perfectamente la agenda económica oculta y menos oculta del PP: volver a la España de 2011, volver a los Consejos de Ministros de recortes; conseguir que los ricos y poderosos lo sean mucho más, y no tener ningún obstáculo a la hora de desplegar hachazos dirigidos a la mayoría social de este país.

No ha habido un presidente al que, con un mejor desempeño, se le haya tratado de una manera tan descalificadora. Yo, que he tenido la suerte de ver más de cerca que muchos su trabajo, no puedo sino admirarle profundamente. Y de repetir mil veces qué gran suerte ha tenido este país de tenerle como presidente en circunstancias tan complicadas como la que hemos vivido. ¿Se imaginan que la pandemia, la guerra y la inflación hubiesen sido gestionadas por un presidente del gobierno como Feijoo y un vicepresidente como Abascal? Cuando oigo eso del ‘Sánchez o España’ siento repugnancia.

Cuando durante la pandemia en este país morían 800 y 900 personas al día, el tal “Sánchez”, se desvivía porque nadie quedará atrás; otros sólo veían una oportunidad para sacar rédito electoral entre bulos, patrañas y calumnias, sembrando confrontación y odio. Es la derecha; la misma que es capaz de enorgullecerse, de mentir más que nadie en un debate o donde haga falta. Terrible.


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