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2024-04-21
No te creas todo lo que te dicen
Cuando una persona está creciendo no percibe que su mente y cuerpo está siendo sometido a cierta evolución que solamente desde la lejanía será percibida.
Consciente del eterno retorno, y desconocedora del motivo de la existencia de la rueda de la vida, me surgen un sinfín de preguntas a las que ni en la más remota de mis posibilidades puedo dar respuesta. Algunas cosas parecen tener claridad.
Sí, sé lo que me gusta, lo que no. Lo que me hace feliz.
Lo que coexiste, pero me aparto de su alcance. A lo que he dejado de prestar atención por decisión propia para evitar daños mayores.
También sé que el tiempo no espera a nadie y por supuesto no me va a esperar a mí. A mí. Sí, a una persona que cuando vuelva al limbo del que alguna vez salió volverá a olvidar lo aprendido para de nuevo volver a toparse de bruces con lo que le rodea, dejando atrás los caminos por los que ha caminado.
Hace unos días, buscando en una plataforma con servicio de streaming OTT de películas y series, entretenimiento, encontré un espacio cuyos títulos iban a dejar de estar a disposición del cliente en 30 días.
La verdad es que me llamó la atención. Busqué y busqué. Y tras comprobar que no me interesaba nada, al regresar al inicio, me fijé en dos letras “ER”. Había olvidado a que correspondían estas letras. Tras clickear y aceptar la opción de reproducir “ahora” se desplegó la información: 29 temporadas de una serie nada más y nada menos que de “Urgencias”.
No me gustan los hospitales. Aunque siento veneración por quienes nos ayudan a tener una mejor calidad de vida, médicos, enfermeras, celadores, y demás personas que arriman el hombro cuando vamos a urgencias. Además, me generan un absoluto respeto a su oficio, más bien diría que son héroes. Me reafirmo. Son héroes que siempre tocan la mejor fibra de nuestro cuerpo, la del corazón.
El caso es que la banda sonora de la cabecera de “Urgencias” me llevó a una de las mejores épocas de mi vida. Años que no volverán y que han pasado como un halo que por lo menos ha dejado poso con los recuerdos que creía olvidados. Como una secuencia de sensaciones, su música me hizo encadenar vivencias de tiempos vividos donde el atrevimiento era el leitmotiv. Un lujo.
Durante estos días que restan para que me dejen volver a disfrutar la serie de “ER”, y aunque tengo otra vida a la que hacer frente y otras circunstancias son mi timón a las de entonces, buscaré adrede ese ratito que al escuchar su banda sonora pueda caminar otra vez con mis chapines rojos por las baldosas amarillas.
No te creas todo lo que te dicen… Si puede ser, haz tú, tu propio equipaje.
Gracias.
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