19-06-2022

Las mareas humanas siempre han sido movimientos agrupados en grandes masas producto de la vida y de la muerte, de la riqueza y de la pobreza de la humanidad, dejando a un lado la posición de la Tierra, la Luna, y el Sol.

Human Flow (Marea humana) es un documental en el que se documenta la crisis mundial de los refugiados de este siglo XXI durante dos horas y cuarenta y dos minutos. El director Ai Weiwei ha construido una obra de un

gran impacto cuyo estreno se realizó en Alemania en 2017, cuando los problemas eran otros que no el arrasador coronavirus. La grabación se hizo en veintitrés países durante un año y se puede encontrar en inglés, en árabe y en kurdo.

¿Por qué hay millones de personas que tienen que abandonar su tierra de naturaleza por estar pasando hambre?

En realidad, hay pocas razones buenas que mueven a los humanos para agruparse y apostar por una razón de peso que no sea un deporte de masas como es el fútbol. Y digo yo, ¿qué aporta este “deporte” al género humano para que se empoderen los acólitos a perseguir hasta el infinito y más allá a sus ídolos futboleros?

Quizás esta reflexión fuese necesaria hacerla, e incluso ir más allá e investigarla, ya que de esa manera llegaríamos a saber lo que el cerebro percibe al asistir a un partido de fútbol, bien sea televisado o presencial, tener un carné de “hincha futbolero” …, y con esa información obtenida del estudio del movimiento de masas generar una sinergia para proteger a los más necesitados, a esas “mareas humanas” que se producen por hambre y muerte.  

Ahora, en estos aciagos días en los que las necesidades son acuciantes fuera de la T.V., en los que la realidad nos baña de impotencia, resulta que en Andalucía estamos en tiempo de elecciones. Los candidatos a dichas elecciones nos marean. Esta es otra vertiente. Nos manipulan. Nos engañan. Nos hipnotizan con cantos de sirenas. Las estrategias de los políticos nos muestran una competencia feroz de publicidad entre ellos y resurge un engolamiento que nada tiene que ver con la más cruda realidad, la necesidad de quienes no tienen nada y deja desprovistos de la dignidad a los más débiles.

Las mareas humanas, ha quedado patente que, surgen de motivaciones dispares. El ser humano es misterioso, gira, fluye, avanza y retrocede a placer. ¿Podemos esperar que las corrientes fluyan en el beneficio de los justos? Veremos.

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