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Aún cuando estamos en la cuenta atrás para que se produzca el despegue del primer cohete europeo reutilizable, de la que forma parte la empresa española PLD Space, con el lanzamiento del... |
2023-03-26
Aún cuando estamos en la cuenta atrás para que se produzca el despegue del primer cohete europeo reutilizable, de la que forma parte la empresa española PLD Space, con el lanzamiento del MIURA I en el centro aeroespacial de El Arenosillo, en Huelva, hecho novedoso en el continente europeo con el que España entrará en el ranking de países con acceso al espacio, ocupando si sucede el lanzamiento, el décimo puesto, todo un logro, en el ámbito educacional familiar aparecen estadísticas soterradas a la luz pública y pequeñas cuñas informativas que dejan obsoletas las espantosas incidencias del maltrato psicológico sufrido en los hogares, ataques silenciosos que desmoronan esta sociedad tan avanzada en algunas vertientes y tan retrógrada en otras.
Quizás estas brechas, entre tecnología y salud mental, sean parte de los paradigmas de las realidades que vivimos en blanco y negro, las mismas que nos obcecamos en colorear con colores demasiados desleídos y aguados.
La agresión verbal destroza, destruye la estabilidad emocional de cualquier persona, eso sí, muy lentamente, con intimidaciones, culpas, críticas permanentes, comentarios hirientes, ridiculizaciones y demás conductas displicentes con las que reacciona una persona rígida, intransigente si algo no corresponde con sus planes, agresiva en el verbo, todo ello porque sus expectativas no son cumplidas en la relación que ha diseñado para sí, tal cual quiere esa persona.
El maltrato silencioso, sin lesiones físicas visibles, crece camuflado dejando lesiones emocionales, creando ansiedad, estrés y depresión con finales fatales.
La persona que maltrata sabe hacerlo, se encarga muy cuidadosamente de denostar a la víctima, cargándola de culpa y preocupación, anulando paulatinamente sus opiniones por creerse juez de todo, en el ámbito más cercano siempre, y asegurando a los demás y creyéndose que fue, o es tratada muy mal a pesar de lo bien que obró u obra con dicha persona, sin querer aceptar que es una persona maltratadora, porque su narcisista, arrogancia cínica, incluso con una “borderline” que practica con sus impulsos, destroza a los demás.
Pocas soluciones hay, o tal vez muchas, para esta secuencia de falta de tecnología que sucede en el ser humano, cuyas radicalidades afectan a la integridad de quienes sufren el maltrato psicológico.
El cerebro, aún está demasiado inexplorado, por lo que solo un pequeño porcentaje de su capacidad es el que se utiliza para que un ecuménico desconocimiento nos arrebate el nirvana sereno de la vida.
Quizás pudiera ser una solución la instalación de microchips como inhibidores de los desperfectos que esas personas cuyos procederes dañan a segundas y terceras personas con las que tiene relación familiar o laboral. Quizás una intervención de este tipo asegurase una sociedad estable, llegando a ser un hito, además de técnico, científico y evolutivo, muy humano porque la novedad está en lo imprevisto. Porque bien es sabido que los imprevistos a veces nos ponen entre la espada y la pared, incluso a los más preparados, en ocasiones dan muy buenos resultados, generando momentos de órdago.
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