2022-12-03
La ensaladilla rusa se ha establecido como un plato tradicional en algunos países tanto de Europa, como de América, como de Asia. Este plato dependiendo de quien la elabore está formada por unos u otros ingredientes, pero indiscutiblemente es innegable que la patata y el huevo son los pilares de dicho plato.
Casi todo el mundo alguna vez hemos degustado, cocinado, o escuchado hablar sobre donde se puede comer la mejor ensaladilla rusa si vas a comer fuera en un entorno cercano, si vas de viaje y ya tienes la previsión de hacer una parada en “aquel” restaurante donde se sirve exquisita o si nuestro “pariente” (abuela, tía, madre, vecina, etcétera) más cercano le da un toque especial y único a esta variante de ensalada.
En el presente, la disputa sobre la adjudicación de los méritos es algo cotidiano, y no iba a ser menos el origen de la ensaladilla rusa. Comenzaré poniendo en su lugar la salsa mahonesa, la cual tiene su natalidad en la ciudad de Mahón, en la isla de Menorca, (Islas Baleares), desde cuyo punto estratégico por ser un puerto de importancia de distribución se comenzó a dar conocimiento de su existencia.
¿Y cómo no se iba a subir Francia al carro diciendo que es suya la creación? Pues por ahí circula que un chef que cocinaba para el Duque de Richelieu la hizo por primera vez, otros divulgan también adjudicándosela a unos soldados franceses que estaban destinados en la ciudad menorquina allá por mediados del siglo XVIII.
Cualquiera sabe quiénes fueron los primeros hacedores, lo que sí se sabe es el nombre de esta salsa emulsionada en frío con huevo y aceite, y el nombre de su cuna, Mahón (España), lo demás conjeturas.
Siendo ubicada la salsa mahonesa, ingrediente clave en este plato, continuo con el resto. El origen de esta receta también tiene muchos dimes y diretes, pues el apellido “Rusa” no identifica la realidad de su cocina originaria pues en Rusia se conoce como Ensalada Olivier.
Al parecer esto de la “Ensaladilla rusa” a estas alturas se ha convertido en un mito, pues una vez más los cocineros franceses levantan la mano para decir que es su creación. Al parecer un chef ruso, de ascendencia belga-francesa, llamado Lucien Olivier, siendo joven viajó a Rusia estableciéndose como dueño y amo del restaurante Le Hermitage situado en el corazón de Moscú, en San Petersburgo, a finales del siglo XIX.
Este joven chef dio forma a una receta que nada tiene que ver con la actual mezclando diferentes ingredientes, en secreto por supuesto, pues la hacía a escondidas, como eran la carne de urogallo o perdiz, áspic, cangrejo, lengua de ternera, trufa, quizás caviar, lechuga, pepinillos, aceitunas, y patatas, ingredientes que ligaba con una salsa cuyo secreto nunca compartió y se llevó a la tumba.
Ahora, llegado a este punto he de decir que cuando este señor Olivier, contaba con tan solo 8 añitos en su más tierna infancia, allá por 1858 ya aparecía reseñada esta ensalada en un recetario español. Además, en un restaurante de Valladolid (España), esta “Ensaladilla rusa” formó parte del menú que se ofreció en una cena celebrada en honor a la empresa del “Ferrocarril del Norte”, cuyo sarao era por la inauguración de la línea ferroviaria, menú que fue publicado en el periódico La Época, el 18 de agosto de 1864.
¿Y ahora qué? ¿Es rusa, o no es rusa? Más bien solo tiene de rusa el apellido femenino que se le dio en su origen español para darle postín a esta ensalada en los más ilustres restaurantes y así rizar el rizo entre los lujosos de la época porque bautizarla con ensalada española no tenía nada de exótico.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.