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“El libro Cristalián de España fue publicado hace 478 años, por una mujer española, cuando los derechos de la mujer estaban contemplados en las Leyes de Toro, basadas en las Partidas de Alfonso X. Mujeres sin presencia jurídica, necesitadas de consentimientos de padres, hermanos o maridos, absolutamente para todo. |
2023-08-13
Hace poco tiempo escuché de una persona muy erudita que casi la totalidad de las obras que han sido publicadas en Anónimo, fueron escritas por mujeres. Mujeres que no tuvieron libertad para dignificar ser escritoras. Mujeres que fueron doblegadas con autoridad. Mujeres que se sintieron coartadas a lo largo de la historia, debiendo escribir en la sombra del anonimato.
Mujeres que han enmascarado su identidad en pro de que sus reflexiones, relatos, discernimientos y descubrimientos, cruzasen el umbral de las planchas de impresión de una imprenta y fuesen divulgadas.
Personas humanas, que, simplemente por ser mujeres, se vieron en la tesitura de renunciar a su derecho, permitiendo con esta sumisión que la tinta grabase rutilantes deliberaciones y preocupaciones que de otra manera no hubiéramos podido tener constancia de estos hechos en este vertiginoso siglo XXI.
Quizás les sea conocida la obra de caballería Cristalián de España, un libro que donde el protagonista será don Cristalián, un noble caballero, que será acompañado de virgo bellatrix, una doncella con afán de aventuras, compañera del protagonista, una figura femenina nombrada la maga Membrina, la infanta Danalia, y Nicóstrata.
Estas cuatro mujeres del siglo XVI eran consideradas en la obra como muy sabias en muchas artes, además de por no querer casarse con varón alguno para que ningún marido tuviese mando ni señorío sobre ellas.
El libro Cristalián de España fue publicado hace 478 años, por una mujer española, cuando los derechos de la mujer estaban contemplados en las Leyes de Toro, basadas en las Partidas de Alfonso X. Mujeres sin presencia jurídica, necesitadas de consentimientos de padres, hermanos o maridos, absolutamente para todo.
Fue Beatriz Bernal, una mujer, la primera escritora española con plena conciencia de serlo, quien escribió este libro de caballería, y solo la primera edición fue firmada con el sobrenombre de Una señora de Valladolid, debiendo publicarse el resto como anónima.
Por fortuna, por ahora, las personas que deseen expresar su modo de pensar por escrito, o representación artística, sea del sexo que sea, no tienen parapetos para mostrar al mundo que su identidad se hace cargo y es responsable de cualquier publicación escrita.
La dominación y la imposición de la supremacía del hombre ha dejado rastro de ello desde que quedan vestigios escritos de ello, siendo una señal inequívoca que ahoga de forma nefasta la inteligencia de mentes brillantes que forman parte de la vida. La fuerza física no es determinante para escribir, por lo que hay que considerarla como parte plural de la naturaleza humana, y no como una imposición por tener un apéndice en la anatomía denominado pene.
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