22-05-2022
Es inquietante cómo la prensa oficial (cuando no silencia) echa mano del disfraz del eufemismo para enmascarar y blanquear realidades sangrantes. Demos un repaso por las últimas creaciones respecto de esta última puta guerra que a nosotros nos desangra el alma y a USA le transfunde cifras millonarias con las armas, además de beneficiarle sus estudios sobre la guerra cognitiva, futuro de las guerras que engloba todas las guerras y que acapara el universo del relato para debilitar al oponte no militar y dirigir su pensamiento con el qué y el cómo debe pensar, introduciéndole palabras que solapan la realidad y propician la manipulación de la desinformación. El periodista, Pascual Serrano, analista de medios, ha demostrado que cuando
Putin dijo de desnazificar Ucrania la palabra nazismo se cambió por “batallón de ultraderecha”, nazis por “ultranacionalistas ucranianos”, mercenarios por “combatientes extranjeros”, desertores por “ucranianos que no quieren luchar”, crítico de la OTAN por “proruso” (como China, Venezuela, India, Irán,… y todos los que manifiestan sentimientos anti occidentales), el cierre de medios rusos por “perfiles restringidos”, que viene a decir “por aquí no vas a saber más mierda que la nuestra”, con lo cual también te recuerdan que son los amos de la palabra y de la censura con la que aplastan toda esperanza de alguna movilización pro libertad de prensa. Para muestra Julien Assange, que sigue encerrado y amenazado por defender y practicar esa libertad, ante lo cual el mundo sigue enmudecido y servil cual Santos Inocentes, pero sin un Azarías. Mientras, Zelensky actuando desde sus pantallas verdes.
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