22-05-2022
Concluíamos en el último artículo promoviendo la fuerza de voluntad y su innegable maestría para convertirse en un auténtico mecanismo de autocontrol; utilidad principal de este recurso humano tan excelente.
Algunos autores defienden o anteponen el concepto de motivación al de voluntad, aunque según lo observemos pueden ser complementarios. Según Einstein; la voluntad es una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica. La motivación podría ser el detonador y la fuerza de voluntad el combustible.
Mantenerse constate en una determinada actividad en pos de cualquier propósito, desafío; incluso sueño o aventura no es difícil cuando descubres aquello que te llama y te llena, aquello por lo que merece la pena luchar y da sentido a tu vida, sea lo que sea. Esa gran fuerza motriz que somos capaces de desplegar a través de la voluntad puede activarse a causa de motivaciones muy diversas; desde las más
variopintas cuando queremos dejar de fumar, adelgazar, hacer más ejercicio, superar una adicción, estudiar y ahorrar, entre otras. Tambien cuando nos sorprende un imprevisto; combatir una enfermedad o por una gran causa, ya sea laboral, solidaria o de justicia. Son estos momentos en los que la vida nos pone a prueba y donde afortunadamente observamos nuestra gran capacidad de superación y resistencia.
Como vemos, hemos clasificado las motivaciones en dos grandes grupos; elegidas e imprevistas. En estas últimas, quizá más duras, el estímulo va implícito; nada debería motivarnos más que la salud, nuestro trabajo y desarrollo personal o combatir la injusticia.
Es también importante buscar en nuestro entorno; la familia y los amigos de verdad nos permiten compartir retos y recibir apoyo en momentos difíciles… Solo si lo has necesitado conoces el valor de un simple “no te rindas”, o cuenta conmigo.
Todas las personas disponemos de esta capacidad y su desarrollo puede ejercitarse. Si la motivación no surge sobre la conquista que se pretende, antes de nada, busquemos referentes para nuestra misión; otras personas disponen de experiencia por haber afrontado retos de parecida naturaleza, incluso se organizan en grupos y asociaciones de cooperación en causas compartidas.
No olvides nunca la práctica de una atención plena al presente, acompañada de ejercicios de meditación, como ya vimos; esto te ayudará a conocerte y a entender tus acciones.
A poco que promuevas tu fuerza de voluntad sobre aquello que quieras conseguir o superar, empezarás a notar resultados positivos que te motivarán sin precisar más estímulos. Cree en ti, no te rindas.
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.