2022-01-01
El ministro Escrivá propone ahora aumentar el número de años cotizados para calcular la base reguladora de los futuros pensionistas, es decir, lo que cobrarán de pensión.
En las pensiones contributivas, el importe que cada pensionista cobra depende de lo que ha cotizado durante su vida laboral. Influyen tanto los años cotizados como la cuantía mensual cotizada que está en función del sueldo; a mayor sueldo, mayor cotización.
En 1985 se tenía en cuenta la cotización de los dos últimos años de cada trabajador o trabajadora para calcular la pensión que cobraría. En 1985 este periodo de cómputo ascendió a 8 años, en 1997 subió de nuevo, esta vez a 15 años. A partir de las reformas de 2011 y 2013 ya eran necesarios 25 años. Y ahora Escrivá quiere subirlo a 30 años.
Cada nuevo incremento reduce la pensión que cobrarán quienes accedan a la jubilación del futuro.
El ministro insiste en que la nueva subida beneficiará a muchos pensionistas, pero la realidad es que perjudica a la gran mayoría pues al calcular la pensión se tendrán en cuenta las cotizaciones de hace treinta años.
Los movimientos de pensionistas reivindican que se calculen los últimos 15 años. No es igual sacar la media según los sueldos y cotizaciones de estos quince años que de hace treinta cuando eran más bajos.
Además, quien no haya podido cotizar treinta años verá disminuida también su pensión pues solo sumará las cotizaciones que haya podido hacer y luego se le dividirá por esos treinta años.
Esto afecta especialmente a las mujeres que en su mayoría han trabajado menos años por recaer sobre ellas en gran medida los cuidados familiares. Incluso las que quieren trabajar encuentran más dificultades en acceder al empleo como muestran los datos del paro. Se incrementa así la brecha de género.
Subir a treinta años es, en definitiva, una vía para reducir las pensiones de quienes se jubilen en el futuro. Que sus efectos van a ser negativos para los futuros pensionistas lo demuestra que el propio Escrivá propone que esta medida se introduzca progresivamente, para que no sean tan evidentes y ofrece algunas medidas para suavizarla, como descontar los dos años peores.
Todos los gobiernos dicen que defienden un sistema público de pensiones sostenible. Pero tenemos que exigir, sostenible y con pensiones suficientes y dignas. Hace años que las reformas de las pensiones buscan siempre por diferentes medios que estas sean cada vez más bajas.
Pretenden un sistema de pensiones públicas bajas complementadas con planes privados de pensiones. En ese camino, el parlamento, a iniciativa del gobierno, aprobó el año pasado un instrumento que desarrolla y protege los Planes de Pensiones Privadas de Empresa, que detraerá recursos de las cotizaciones y será un suculento negocio para bancos y fondos de inversión. De ello hablaremos otro día.
Hoy se trata de tener claro que con el aumento de años cotizados pretenden bajar las pensiones futuras.
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