Fíjense que acababa yo de escribir mi anterior artículo con una crítica a Mercadona que, aunque dura, me parecía ajustada, honesta o incluso positiva, cuando aparece el amo Juan Roig, y en una rueda de prensa montada hasta el último detalle, al tiempo que se da una mano de autobarniz del bueno, nos...

2023-03-26


Fíjense que acababa yo de escribir mi anterior artículo con una crítica a Mercadona que, aunque dura, me parecía ajustada, honesta o incluso positiva, cuando aparece el amo Juan Roig, y en una rueda de prensa montada hasta el último detalle, al tiempo que se da una mano de autobarniz del bueno, nos da unas cuantas explicaciones. Lo cual está muy bien, sobre todo porque harían falta. No creía yo, sinceramente, que se iba a lanzar, cuando lo lógico e incluso más elegante sería hacer mutis por el foro. Esta actitud nos demuestra que el otrora charcutero presenta dos acusadas características: es un tío que no se asusta fácilmente (lo cual suele ser bueno) y además tiene una notable carencia de vergüenza (lo cual es más bueno todavía, pero solo para el individuo en cuestión).

El problema es cuando con las explicaciones, el que las recibe acaba con más sensación de ser gilipollas que al principio. Al menos es lo que me ha pasado a mí, que conozco un poco de lo que hablaba este prócer de la patria. Y como yo siempre he sido muy demócrata y repartidor de sensaciones, voy a explicar, lo más sencillamente, posible lo que nos dice nuestro benefactor, para que esta certeza de que se ríe de nosotros se extienda a mis amables lectores.

Primero habló de generalidades, con ese tono paternalista que tanto le gusta, para decir que sí, que han subido los precios “una burrada”, pero que era imprescindible para no dañar la cadena de producción. No explicó que en realidad se refería a sus cuentas y bolsillos, pero ya lo aclaro yo. La cadena a la que se refiere es el tinglado que se tiene montado con sus interproveedores para que no es escape un euro durante todo el proceso, por eso llama “producción” a lo que siempre ha sido suministro o distribución.

La cosa se fue aclarando cuando dio algunos datos, no le quedaba más remedio para que la “Rueda de prensa 2022” no acabara como una reunión con su equipo directivo sin más, total a ellos no les tenía que convencer. No es que diera muchos, pero los que ofreció son (como dicen en mi pueblo) para esgarrarte el traje.

Dijo que habían subido un diez por ciento de media, cuando sus costes se habían incrementado un doce, y que, por tanto, ese dos por ciento de pérdida lo absorbía la empresa. Veamos: 1) Los datos estimados de subida de precios en Mercadona y la distribución en general no son del 10, sino que superan el quince por ciento. Pero a lo mejor no le informaron bien. 2) En esa subida de precios, no incluye seguramente las disminuciones de peso, los errores de etiquetado que se han disparado misteriosamente ni la eliminación del surtido de (esta vez sí) alrededor del 10 % de referencias. 3) No nos cuenta, y cree que no lo sabemos, que sus acuerdos comerciales con interproveedores contemplan la compensación de esos desajustes de margen, por lo que al final la cadena recuperará ese dos por ciento perdido, si es que existe, y los proveedores que no puedan soportar la pérdida simplemente desaparecerán.

Total, que pudo habernos dicho para que lo entendiéramos “hemos subido lo que nos suben”, y nosotros ya seríamos libres de creerlo, pero nos lo dijo dando un rodeo, que suena mejor, aunque nos engañara un pelín con los números, porque nos viene todo bien y él tiene un tono de voz muy amable y persuasivo.

Pero lo mejor llegó cuando nos dio los datos generales del año pasado. Resulta que tuvieron récord de ventas: 31.000 millones (se dice pronto) y de beneficio solo 718, aunque este es más discreto y solo supone un 6 % de aumento. En términos numéricos supone pasar de ganar 0,024 a 0,023 € por euro facturado, aunque se la vuelven a liar los asesores y dice que el año anterior 2021 ganaron 0,027 para que la “pérdida” sea mayor (falso).

Y para rematar, lo que no dijo: gracias a la subida del dinero (algo malo para todo el mundo, menos para la distribución alimentaria), que en el año 2022 pasó de un Euríbor del 0 al 2,5 %, los beneficios financieros de Mercadona se disparan. Imagínense, cobrar a diario por la venta de productos que pagarás a una media (voy a ser comedido) de 100 días. 31.000 millones de dinero que no es tuyo, en el banco, permanentemente, dedicándose a generar réditos, créditos en condiciones especiales y todo tipo de favorcillos. Porque los bancos, aunque con usted y conmigo, amable lector, apliquen condiciones draconianas, nos dejen apenas sin servicio y nos chupen la sangre, con clientes especiales como Don Juan siempre tienen una atención.

Nos despide el ínclito benefactor argumentando que la culpa de todo esto la tiene un contexto “inimaginable y no previsto”, en alusión a la situación de Covid-19, precios de la energía, guerra de Ucrania, sequía en España y Portugal, gripe aviar y la inflación.

Menos mal que me lo ha aclarado. Ahora me explico por qué los pollos de Mercadona son tan gorditos. No es que vengan inflados de agua como odres. Será por la gripe aviar, sin duda.


Para dar tú opinión tienes que estar registrado.

Comments powered by CComment