6-11-2022
Mientras la vieja Europa convulsiona por una guerra en sus propias entrañas, y millones de españolitos no llegan a fin de mes, con sus hogares a medio gas, por no poder pagar sus facturas energéticas, el capitalismo salvaje, ajeno al dolor, al sufrimiento, y, a la propia muerte, en este día cristiano de Todos los Santos (por el 1 -11-2022), glorifica, tomando en vano la decencia, como el Amancio, como directivo; va a cobrar 859 millones de euros por los dividendos de un negocio.
Como dirían los pobres de Papilla de Carapapa “esto no es moco de pavo” y ni tampoco está al alcance de cualquier ‘empresario’ de este país de las Españas. Pero de ahí, a calificarlo como empresario ejemplar, se pasan siete pueblos, todos aquellos que lo hacen señalando desde el recorrido de su pobreza hasta su riqueza de ahora; solo las “batas de guatiné”. Han pasado muchos años desde que el Amancio dejó aquellas batas de guatiné, y también son muchos los años pasados en los que su negocio (el mismo de los 859 millones de euros de dividendos) lleva fabricando sus ‘baratijas’ en el mal llamado tercer mundo; con una explotación obrera y mano de obra infantil que clama al cielo en este mal oliente siglo XXI. Evidentemente, nada de esto es motivo de alegría, y menos de celebración; porque cabe recordar: <<El rico es ladrón o hijo de ladrones>> “San Agustín”. Así lo decía este hombre, santo entre Todos los Santos, antes de que se pusieran de moda los perroflauta, radicales y antisistema, comunistas y podemitas.
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