2022-11-20
La decencia, la honestidad, la integridad… forman parte del tesoro más valioso de toda persona: siendo los pilares hieráticos de la convivencia “como dios manda”, pilares fundamentados en los valores humanos y; como no, emanan del Derecho Natural con plena correspondencia de los propios Derechos Humanos.
Dice la RAE que la política, en una de sus acepciones, es el “Arte o traza con que se conduce un asunto o se emplean los medios para alcanzar un fin determinado”.
Al igual que en la vida, en política, todas las personas que actúan caprichosamente, y que abandonan de un lado las sensateces imparciales o razonadas para obstinadamente sacar adelante sus proyectos personales caen en el riesgo de perder por el camino parte de los apoyos con los que creían contar al principio de su aventura. Esto, desde la sensatez, podría considerarse restar. Pero poco o nada importa, porque igualmente es, la política; la justificación que sirve para justificar todo lo injustificable ante la inherencia del ser.
Así pues, que ante Sumar, todo lo que resta no suma. Sumar y restar es fácil. Y los valores tradicionales de las personas de izquierdas, sobre todo las izquierdas modernas, no se traicionan, no se desprecian, no se ningunean… Yolanda; una persona antibelicista, de propia convicción; jamás seguirá o entrará en el juego de distribuir armamento, sea como fuere o con justificación alguna. El “No a la guerra” no es una frase baladí, ni tampoco es una frase del neomodernismo social. Es una frase viva, y con fuerza arraigada en los valores humanos. Lo expuesto, botón de muestra de resta, va más allá de cuanto supone lo manifestado por Pablo. Pues ni todo es Pablo, ni todo es Yolanda: Hay mucho más.
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