2022-12-18
A ti, putero, te escribo estas líneas utilizando tu propio argot para que me entiendas. Tú que eres albañil, electricista, empresario o jubilado. Casado, soltero o divorciado, padre de familia y adolescente desorientado, pero, ante todo: Putero.
España es el paraíso de la prostitución, el país con más club de Europa, la puerta de entrada por donde las mafias introducen a sus mujeres en Europa. Esas mujeres a las que tú, putero, llamas “mujeres de deuda”. Esas mismas mujeres que además de la supuesta deuda que contraen con las mafias, tienen que pagar unos impuestos fijos cada semana y los gastos de peluquería, maquillaje, medicinas, anticonceptivos, abortos… añadido a las multas que el “baranda” les impone por cualquier tontería, para que su deuda se haga cada vez más grande y obligarlas a trabajar cada vez más, para humillarlas y volverlas vulnerables. Sin ningún contacto fuera de lo que tú llamas “la noche”, sometidas a tu voluntad y a la del chulo. Quitándole hasta el nombre, porque una vez despersonalizadas y convertidas en objeto son más fáciles de violentar. Convirtiéndolas en mujeres dóciles, sumisas y manipulables para que tú, putero, te sientas como el macho dominante, para engañarte a ti mismo y creerte que en el fondo eres un conquistador y que las mujeres caen rendidas a tus pies en una relación romántica. Lo que quieres es exhibir tu condición de macho delante de tus compañeros de manada y tapar el hecho de que solo eres un putero que utiliza sus “jureles” y condición para comprar a un ser humano.
La feminización de la pobreza; las mujeres producen el 80% de los alimentos del mundo, pero solo son dueñas del 1% de las propiedades; el reparto desigual de la riqueza; las 225 personas más ricas del mundo acumulan más riqueza que los 7 millones más pobres; hacen que millones de mujeres sean extremadamente vulnerables ante la trata. Fue a partir de 1992 cuando llegaron las primeras mujeres brasileñas, toda una novedad para ti. Ante la facilidad para introducir mujeres en Europa y los enormes beneficios que reportaban, a partir de 1994 también empezaron a llegar mujeres de Colombia. Las mafias de la trata ya estaban organizadas y su camino sería imparable: rusas, africanas, asiáticas… solo hacía falta reclutarlas en las zonas más pobres de cualquier rincón de planeta. Porque, putero, las mujeres no se prostituyen por vicio ni se acuestan contigo porque las enamores, lo hacen obligadas por el hambre y la pobreza. La violencia es la que les obliga a meterse en la cama contigo, aunque te digan “mi amor” y “cariño”.
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