... Le gusta bañarse en gloria y como no se contenta con ser presidenta de la Comunidad de Madrid, se busca viajecitos internacionales con excusas varias para empoderarse como figura política de ámbitos nacional.

2024-01-28

 

Indecencia

 

Leyendo por ahí me he encontrado con la noticia de que la lideresa madrileña, y creo que de la derecha española, ha estado realizando sus típicos viajecitos por el mundo para realizar declaraciones a la prensa comprada y lanzar sus ya característicos argumentos victimistas y bulos varios.

Le gusta bañarse en gloria y como no se contenta con ser presidenta de la Comunidad de Madrid, se busca viajecitos internacionales con excusas varias para empoderarse como figura política de ámbitos nacional.

Y es verdad que sus maneras peligrosas y conflictivas de hacer política sirven de guía para sus correligionarios en todo el país, pero pintan nada o menos nada a nivel internacional.

Bueno, entre sus viajecitos de autobombo, ha estado en Auschwitz. Y no es casual, qué va. Todo tiene una motivación y un interés político. Pero esta visita ya colma la decencia y la inteligencia. Una presidenta de un partido visita un lugar donde se ejecutó un genocidio contra el pueblo judío por parte de los nazis. Un lugar horrendo para la historia que precisamente por su descubrimiento tras la liberación por el ejército soviético, llegó a ser conocido en el mundo entero por todo lo malo que puede llegar a ser la especie humana.

Que una presidenta de derechas visite un lugar como este es sano para que pueda interiorizar, conocer y plantearse los riesgos de la crispación en la sociedad o que llegue a valorar los peligros que tiene reír las gracias a la ultraderecha, o peor aún, gobernar con la ultraderecha. E incluso sería muy beneficioso si tuviese empatía para sentir la barbarie, la crueldad, la inhumanidad atroz contra los señalados por cuestiones religiosas, políticas, por origen o sexo.

Porque no sé si la señora Ayuso se paró en los paneles informativos del campo de concentración que están repartidos por todo el recinto, donde se explican o describen las distintas zonas con los actos horribles que allí se cometieron, restos personales de las víctimas, documentación de las víctimas, etc. Porque si sabe algo de inglés habrá podido leer que allí también encerraron y asesinaron a comunistas, homosexuales, gitanos o testigos de Jehová. ¿Se habrá enterado esa señora? Y si lo leyó, ¿ha entendido el peligro de señalar y culpabilizar de sus desmanes a quiénes no entran en su modelo liberal-nacional-catolicista?.

Y lo más sorprendente: ¿leyó la nacionalidad de los españoles que allí murieron asesinados por los nazis?. Para ser Madrid, España, parece que estos españoles no son madrileños para ella, y por ende, tampoco son españoles para ella.

Porque si tanto le ha impresionado la visita a ese lugar del horror, ¿por qué no actúa para eliminar de su Comunidad Autónoma todos los elementos relacionados con la exaltación del régimen franquista, que ayudó con militares y tropas al régimen nazi? Si tuviese un mínimo de dignidad, sabría relacionar a los verdugos nazis con los verdugos franquistas y las atrocidades cometidas por ambos.

Pero parece que eso no le interesa, demostrando así una vez más la indecencia de sus palabras.

Es un insulto a la inteligencia y a la dignidad que declare afligida, con pesadumbre, encogimiento y dolor en rueda de prensa sobre las atrocidades cometidas por el régimen nazi en Auschwitz, al mismo tiempo que siga permitiendo que exista una calle en Madrid llamada Caídos de la División Azul, en memoria de los combatientes franquistas que ayudaron al ejército Nazi en la II Guerra Mundial.

Y más vergüenza da que el sentido de esa visita sea para lavar la cara de Israel tras sus públicos actos de apoyo, mientras este país está cometiendo un genocidio transmitido en directo para todo el mundo contra el pueblo palestino.

¿No se encoge al saber que la mitad de los asesinados por Israel son niños y niñas? ¿No le da pena ver las imágenes terroríficas de cada día donde los niños pierden sus vidas o se quedan huérfanos por los asesinatos selectivos de Israel? ¿No se avergüenza de apoyar de manera pública a un país que está llevando a cabo un genocidio?

Aunque tampoco me extraña, solo hay que sumarlo a su lista interminable: al pelotazo de su hermano a costa del dinero de todos, el Zendal, las muertes en las residencias, … Pasará a la historia esta mujer y no creo que sea por visita a Auschwitz.


 

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