"hay unos españolitos de postín que viven con una calculadora donde le faltan dígitos a la hora de ver sus ganancias"
2023-02-12
Ir a comprar supone un ejercicio de valentía y de coraje para las familias trabajadoras en los últimos meses. Hay que cuadrar muchos números para completar una cesta de la compra de productos alimenticios o de limpieza en la gran parte de las familias españolas. Y eso no sólo supone que afecte a un sector determinado, sino que se traduce en el hecho de “me quito de … para poder pagar el …”, que luego afecta a otros sectores del sector servicios (hostelería, ocio, viajes, compra de productos no indispensables, …).
Pero en un país donde los ciudadanos de a pie viven con la calculadora para cuadrar, hay unos españolitos de postín que viven con una calculadora donde le faltan dígitos a la hora de ver sus ganancias. Los mismos españolitos de postín que se dedican a dar lecciones de españolidad y a lanzar noticias catastróficas sobre la economía del país. Y es que esos españolitos de postín tuvieron el año pasado más de 20.000 millones de euros de beneficios… Sí, veinte mil millones de euros para seis empresas.
Para tener esos beneficios han cerrado oficinas por todos los rincones del país, incluyendo poblaciones de zonas rurales e incrementando las dificultades de los ciudadanos que viven en pequeños pueblos para poder acceder a los servicios básicos.
Pero también para poder tener esos beneficios han despedido a miles de trabajadores y trabajadoras, ya que con los beneficios que esperaban tener y han tenido, pueden hacerse cargo del pago de los miles de despidos, prejubilaciones, indemnizaciones, … Pero con la crueldad de dejar en la calle a miles de personas que pusieron su cara durante años para defender a dichas entidades, y que ahora se han visto en la calle con propuestas de recolocación a cientos de kilómetros o indemnizaciones por el despido.
Claro, han tenido esos beneficios cobrando por servicios básicos que hasta el momento ofrecían (y que eran obligatorios, lógicos y necesarios) y que comenzaron a restringir y a cobrar en los últimos años, perjudicando a los usuarios y creando una desprotección a colectivos de la población de determinadas edades o con dificultades de acceso a dichos servicios.
Han tenido esos beneficios pagando cuantiosas campañas publicitarias que venden la cercanía, la comprensión, la sensibilidad, el apoyo sin tapujos o la familiaridad … mientras que lo que en verdad hacen es ofrecer servicios de usura, limitaciones de acceso, venta de productos tóxicos y cobro de servicios hasta por respirar.
Tuvieron esos beneficios gracias al dinero de todos nosotros. Con nuestro dinero invierten donde quieren, lo mueven a dónde quieren, lo colocan en inversiones más que dudosas y financian con nuestro dinero guerras, hambrunas, despidos, coacciones internacionales, … Y cuando digo nuestro dinero no me refiero a la típica frase sobre un político: “Le pagamos con nuestro dinero”. En este caso me refiero literalmente a que es nuestro dinero con el que juegan.
Te cobran por guardarnos nuestros ahorros, pero no nos dicen donde lo invierten. Si deciden invertir en promociones inmobiliarias y van a pique, lo hacen con nuestro dinero y encima te cobran. Te cobran comisiones hasta por la tinta de la impresora que utilizan (y ojo, es verdad), ya que por imprimir un documento justificante de pago en horas que ellos deciden unilateralmente, te cobran.
Es tu dinero, pero no tienes acceso para poder hacer lo que necesites en los momentos que precises, ya que te dictan las horas en las que puedes hacer algo con tu dinero. Pero no veo a la gente alborotada ni cabreada… es más fácil decir que el Estado nos roba por pagar impuestos.
Han cerrado miles de sucursales bancarias, dejando a pueblos sin acceso a bancos ni cajeros y provocando que sus ciudadanos tengan que hacer kilómetros para poder acceder a su dinero. Pero el que nos roba es el Estado por pagar impuestos.
La banca ha despedido a miles de trabajadores y trabajadoras; cajeros y cajeras que eran las personas de confianza y de referencia para millones de personas mayores y no tan mayores que confiaban en dichos trabajadores para gestionar sus ahorros y sus cuestiones económicas. Han fortalecido la idea de “hazlo tú mismo” con la implantación y semiobligación de tener sus aplicaciones para determinadas gestiones de tu propio dinero, pero sin sensibilidad para despedir y quitar el afecto, confianza, apoyo y cercanía de la presencia humana que da una persona a la hora de explicar, ayudar y escuchar, sobre algo tan importante como es la gestión de tus ahorros.
Han tenido 20.000 millones de euros de ganancias en un año a costa de pérdidas de derechos de los usuarios... Pero la paradoja es que es con nuestro dinero, el tuyo y el mío. Y les molesta que se imponga un impuesto a la banca y amenazan a los Gobiernos si lo ponen en práctica. Y los españolitos tan patrióticos y es-pa-ño-les de bien se dedican a gritar que los impuestos te roban... pero los que nos roban de verdad y en nuestra cara son los que lo hacen con nuestro propio dinero.
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