... del Estado, que se empeña en ser considerado un mártir de la democracia... Niños, mayores, hombres y mujeres han muerto por el bombardeo de un hospital, 

2023-10-22

 

Cerillas para arder

 

El nivel de polarización en la sociedad ha llegado a un punto en el que no pueden existir posiciones que no estén en un bando o en otro, sino que no estar en la posición del que opine conlleva, ineludiblemente, estar en la posición contraria. Aunque existan matices, realidades obviadas o inexactitud en los argumentos utilizados.

Tampoco es nuevo. Siempre he escuchado a personas que, con clara intencionalidad de provocar, me han sacado algunos temas donde no se puede posicionar uno con un sí o un no, sino que hay que analizarlo desde la raíz y teniendo en cuenta no solo una frase que no atañe la realidad ni el contexto, y que lo reduce todo al interés sobre posicionamientos.

Imagínense que los descendientes de la histórica Cartago (pueblo histórico que vivió en el sur de la península ibérica en la época antigua) estuviesen organizándose por distintos países para volver a la tierra que consideran que fue suya. Imagínense que estas personas están comenzando a obtener cantidades ingentes de financiación económica para que sus ciudadanos cartagineses pudiesen llegar al sur de la península ibérica y comprar casas y terrenos donde vivir con sus familias y crear sus comunidades.

Comenzarían comprando a buen precio los terrenos y las casas a los españoles, creando simpatía al ser buenos compradores y evitando así opiniones contrarias a la llegada de los cartagineses. Poco a poco irían creando comunidades y poblando distintos pueblos, e incluso creando sus propias normas de convivencia basadas en dioses y creencias ajenas.

Pronto comenzarían los conflictos entre los españoles que allí resisten con los nuevos vecinos que intentan crecer y crear comunidades más grandes con sus propias normas, siendo ya mayoría en pequeños pueblos y comarcas, incluso gobernando ayuntamientos, los cartagineses.

Año a año, década a década, siguen viniendo más cartagineses esparcidos por el mundo con la promesa de vivir en comunidad en el territorio que durante más de 3 siglos dicen que fue su patria. Pero año a año, década a década, los españoles que allí viven están siendo desplazados y presionados para abandonar sus casas y terrenos mientras sufren la persecución de los nuevos habitantes que ya han constituido sus propios mecanismos de presión (fiscales, de seguridad, opresión, …).

La nueva comunidad cartaginesa, con un potente e inquebrantable apoyo económico y político a nivel mundial, está logrando que la comunidad internacional apoye y decida que las zonas ya ocupadas por los cartagineses en la península ibérica se consideren como un nuevo Estado cartaginés. El Gobierno español estaría en contra y seguramente se enfrentaría a dicha situación; pero la presión de otros gobiernos con más influencia internacional y las grandes potencias mundiales exigirían el cumplimiento por el bien del pueblo cartaginés y como ejemplo de solidaridad internacional hacia un pueblo que lleva toda su vida vagando por el mundo.

Los españoles que hasta ese momento ahí vivían no comprenderían ni aceptarían esa decisión porque eran sus casas y sus terrenos. Y lógicamente la tensión y el conflicto no cesaría entre ambas comunidades.

Pero la nueva comunidad cartaginesa quiere más terrenos y más zonas para crecer como comunidad, porque no piensan en mantener, sino en crecer como Estado. Y para ello tienen que hacer avanzar sus fronteras en zonas españolas. Y eso solo se consigue ocupando más terreno que no estaba pactado en el acuerdo internacional.

Y gracias a la financiación internacional y al apoyo de potencias mundiales comienzan a crear un ejército potente y con una fuerza represiva muy importante. A ocupar zonas nuevas de la península ibérica, que no estaban recogidas en el acuerdo internacional, lo llaman colonizar y venden las campañas de ocupación violenta como una aventura de colonos.

Día tras día, mes tras mes, año tras año, década tras década, … los españoles sufren como se quedan sin su país y como les persiguen, les torturan, les matan, les quitan sus casas, sus terrenos, su país con violencia y con la complicidad de la comunidad internacional.

Los españoles recluidos en una pequeña zona de la península ibérica de manera masificada y bajo control absoluto del nuevo Estado cartaginés, con generaciones nuevas que han nacido en esta nueva situación y con las generaciones que vivieron en un Estado que todavía era suyo, comienzan a hastiarse de esperar a que hagan algo por ellos y surgen los brotes organizados que intentan liberar a su pueblo del yugo cartaginés.

Y ahora, piense: ¿tendrían derecho estos españoles a reivindicar la tierra que era suya y acabar con su persecución?, ¿podría usted entender que tantas décadas de persecución, de muerte sobre ellos, de violencia, de ocupación, de hacinamiento… provocaría saltar la chispa de la violencia?

Por tanto,

no se debe simpatizar con un grupo guerrillero o terroristas u organización paramilitar que asesina de manera despiadada a personas que estaban en sus casas o en un festival de música o trabajando. Y tampoco se debería simpatizar con quienes llevan décadas masacrando a un pueblo, saltándose el derecho internacional, incluyendo a miles de niños en sus listas de detención y que lleva hacinando a un pueblo en un reducido terreno, controlando su agua, su luz, la entrada de alimentos, la economía local, gasolina, …

Es, más, un campo de concentración a cielo abierto que una zona habitable.

Al finalizar este artículo están informando de la noticia del bombardeo de un hospital, causando más de 500 muertos (por ahora)

del Estado, que se empeña en ser considerado un mártir de la democracia… Niños, mayores, hombres y mujeres han muerto por el bombardeo de un hospital,

que, según la convención de Ginebra, no debe ser atacado en ningún conflicto bélico.

Y ahora … ¿Quiénes son más inhumanos? ¿Quiénes han alimentado el fuego con cerillas durante décadas? ¿No apoyar a un país represor y tiránico conlleva ineludiblemente a apoyar a otros criminales que han asesinado, fría y cruelmente, a otras personas?

Si la comunidad internacional sigue sufragando a Estados que mantienen en campos de refugiados a millones de personas e intenta continuamente lavar la cara a dicha comunidad, solo consigue mantener el sufrimiento de millones de personas, dotar de impunidad al opresor y ofrecer fuego continuamente a los que ya están ardiendo.


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