... el ultraje que para muchos supone en sus tripas y en su, tan respetable, identidad patriótica y nacional

2023-11-05

 

Todo esto no es nuevo

 

Y seguiremos levantándonos cada mañana para ir a trabajar.

Con esta frase intento zanjar muchas conversaciones con conocidos sobre la situación política actual y, así, dejando claro que, respecto a la amnistía, alrededor de 1.900 catalanes y catalanas, poco o nada nos va a cambiar a nosotros.

Pero entiendo perfectamente

el ultraje que para muchos supone en sus tripas y en su, tan respetable, identidad patriótica y nacional

que aquellos que participaron en la maquiavélica decisión de convocar un referéndum para que votase la gente, o que durante 6 segundos creyesen que había nacido una república catalana, o a esos cientos de miles de manifestantes que han salido a las calles durante su famosa Díada, … se salven del trullo.

Los entiendo porque también es verdad que durante décadas muchos catalanes, tanto ciudadanos de a pie como muchos políticos de partidos nacionalistas, se han dedicado a desprestigiar, calumniar e insultar a distintos territorios del resto de España. A los andaluces no nos es raro haber escuchado en muchísimas ocasiones, como desde allí nos tachaban de vagos o vividores que solo estábamos en los bares, o en otras ocasiones se han burlado de nuestro riquísimo dialecto andaluz.

Y también los entiendo porque también soy yo uno de los que opina, basado en mi propia realidad familiar y la documentación histórica que he leído durante años, que la prosperidad y fortaleza de las empresas catalanas se debe gracias a los trabajadores y trabajadoras del resto de España.

Durante décadas ha sido Cataluña un territorio que ha recibido a millones de españoles y españolas de Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha, Murcia, Castilla y León, … Y de esos millones de ciudadanos, cientos de miles decidieron rehacer sus vidas en territorio catalán, con su correspondiente descendencia y arraigo al territorio.

A todos nos han contado cómo el dictador Franco decidió invertir de manera preferente en Cataluña para la creación de empresas para evitar que pudiese surgir revueltas o insurrecciones y así calmar las ansias nacionalistas catalanas con dinero público. También es verdad que la dictadura intentó acabar con el rasgo principal de identidad del pueblo catalán: la lengua catalana.

Pero facilitaron y generaron muchas empresas en Cataluña para contentar a la clase burguesa que, aunque ahora se manifiesten catalanistas, el dinero con el que regó Franco, sus pueblos y ciudades les hicieron sumarse a la causa nacional sin problema alguno.

Estas políticas de privilegio entre territorios provocaron que necesitasen mucha mano de obra para sus fábricas textiles en el río Llobregat o el Ter, o en sus hoteles de la Costa Brava, o en sus empresas cárnicas y de transformación en el valle de Osona (Vic, Manlleu, Roda de Ter, …), o en sus fábricas del sector del automóvil en las áreas metropolitanas de Barcelona, en las campañas agrícolas en la conocida como Fruta en Cataluña, …

Y aunque muchos seguirían yéndose, año tras año, por temporadas a Cataluña, muchos otros emigrantes comenzaron a buscarse la vida en chabolas a las afueras de los pueblos y ciudades catalanas, que al final se convertirían en barrios con nombres tan claros como: las casas baratas.

Pero también hay que dejar claro que en pleno periodo democrático, con

el gobierno de Aznar, no sólo se regó con dinero público a Cataluña, sino que el propio Aznar hablaba catalán en la intimidad y por ello, facilitó y permitió la Ley de Normalización Lingüística, sacó a la Guardia Civil de Tráfico de Cataluña para cederla al cuerpo de los Mossos, les cedió el 33 % del IRPF y otros tantos impuestos que pasaron de ser del Estado a ser gestionados, cobrados y guardados en manos del gobierno catalán,

o el control de los puertos catalanes, entre otras tantas cesiones.

Y hoy todos los medios de comunicación están hablando de que han acordado no sólo la amnistía, sino que condonan unos 18.000 millones de euros de la deuda de Cataluña con el Estado español. Pero deberían seguir leyendo ese párrafo, o por lo menos informarlo, porque incluye que la condonación también se aplicará a aquellas comunidades autónomas que lo soliciten.

Si tras leer este artículo usted solo está interesado en saber si estoy o no estoy de acuerdo con la amnistía, lo siento, pero prefiero que exista una convivencia sana, respetuosa y productiva en nuestro país, pero no estoy de acuerdo con los privilegios a los matones que agitan a su pandilla para lograr beneficios que solo afectan a unos pocos. Pero tampoco considero que esto me afecte mucho a mi día a día, ni tampoco a la clase trabajadora de Cataluña, que seguirá estando explotada por los que quieren lanzar banderas contra banderas para sacar rédito económico en sus capitales económicos.

Por eso, mañana me levantaré otra vez para ir a trabajar.


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