9-10-2022
Si nos mientes con descaro, nada de esto tiene sentido. Si nos engañas, si nos cuentas la verdad a medias… todo es absurdo y ridículo. Además, hoy la mentira tiene las patas más cortas que nunca, porque con las mentiras que dices, se llenan páginas y páginas de diarios digitales y en papel, horas y horas de emisión televisiva y radiofónica. La obligación del periodista es contrastar y denunciar, pero hoy… hoy ya no te molestas en intentar ocultarlo. Despreciable, porque de ti esperábamos algunas cosas, pero la verdad se te presuponía, al menos antes de estos últimos veinte o treinta años de descaro y desfachatez.
Te escribo a ti, no a cualquier otro. Porque se te paga con dinero público, a ti se te eligió directamente o porque figurabas en una lista, a ti porque estás consiguiendo con tu granito de arena que el interés por la democracia y el sistema decaiga a pasos de gigante.
A ti te dedico estas palabras, porque con tus mentiras descaradas alimentas el hastío. Y no creas que no sabemos a qué juegas, cuanta menos gente participa, más poder concentrado y menos gente a la que tienes que convencer.
Sabes perfectamente que escribo sobre ti. Si dudas, también eres tú.
Pero lamento decirte que no nos vas a desilusionar. No lo lamento, en realidad me alegra. Porque no vamos a resignarnos. Resignarse es morir. Es un concepto cosido a pespunte en las mentes antiguas contra el que algunos luchamos. Porque algo haya sido así de toda la vida no quiere decir que sea bueno, o no sea malo.
Vienen gentes nuevas, gente del futuro. Personas de mente limpia con ideas frescas y nuevas, que creen en la igualdad, el trabajo sano (que no digno, eso es lo mínimo), la redistribución de la riqueza y en un pueblo capaz de producir sin vivir amargado.
Los tiempos grises de la revolución industrial van quedando atrás, los nuevos tiempos están llenos de tecnología, de facilidades, de sostenibilidad. Porque la otra opción que hay, la de la realidad distópica con máscaras antigás, viviendo en subterráneos en un escenario postnuclear no nos interesa a nadie, no nos conviene. A ver quién va a pedir un préstamo cuando el futuro es tan negro.
Reproduzco aquí unos versos de “If”, un poema universal que seguramente habrás leído alguna vez y que sin duda te inspiró en algún momento. Búscalo en internet y como penitencia leelo cada mañana. Cuando vayas a mentir oirás una vocecita que te indicará que ese no es el camino, es tu conciencia, hazle caso.
“If you can bear to hear the truth you’ve spoken Twisted by knaves to make a trap for fools”
(Si puedes soportar oír la verdad que has dicho, tergiversada por villanos para engañar a los necios) ...
If you can talk with crowds and keep your virtue, Or walk with Kings- -nor lose the common touch.
(Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común)
Rudyard Kipling “If” a su hijo John.
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