25-09-2022
Buenos días princesa: Tú y yo no elegimos nacer en una monarquía parlamentaria, pero a ambos nos ha tocado lo mismo. Tú y yo no lo votamos, mis padres si, los tuyos creo que tampoco pudieron votarlo, porque eran menores aún. No lo elegimos, pero es lo que nos toca.
Perdona si te tuteo, pero no me sale de otra forma, podría hablarte de usted o de su ilustrísima majestad, pero creo que ya estarás un poco cansada de tantas formalidades.
Me animo a escribirte esta carta abierta tras unos días de mucho revuelo monárquico, ya sabes, lo de Isabel.
Como decía, tú y yo no lo hemos elegido, pero puestos a ser súbditos y princesas, vamos a hacerlo los dos lo mejor posible. ¿No te parece? En las plataformas digitales hay un montón de series y películas que hablan sobre el tema, por no hablar de los libros, entre cuyas páginas encontrarás miles y miles de aventuras y desventuras de reyes y plebeyos. Reyes los hay de muchos tipos, aunque no se puede simplificar a reyes buenos y malos, porque eso va a depender de quién lo juzgue, sí que podemos atisbar la valoración que les daba el pueblo.
Y ahora, en estos días en los que el flamante rey de Inglaterra ha tomado o va a tomar posesión de su corona podemos ver claros ejemplos de lo que no se debe a hacer, de cómo no comportarse con la plebe.
Cierto es que tus padres son un buen ejemplo a seguir con respecto a eso. Proyectan una cercanía precisa y sobre todo tu madre, que no empezó en esto desde el principio y sin embargo se ha convertido en una Reina.
Volviendo al tema del cine y la literatura, hay reyes conquistadores y reyes que pasan sin pena ni gloria. Prefiero los primeros, los conquistadores. Que conquisten primero el corazón de su pueblo, y lo hagan después con la economía. Que llenen las arcas del estado de oro de tal modo que el coste económico de la monarquía se vea claramente compensado. No hay necesidad, siendo señor de señores, rey de reyes, lord de lores (Mr. Rango “El hombre de los seis millones de Dolores”) de hacer caja. Alucino en colores cuando escucho hablar de las fortunas personales de las monarquías que quedan por el mundo. Y lo que más me sorprende es que los pueblos reinados lo permitan mientras las colas del hambre crecen y crecen. Mientras el Euribor (impuesto de los “señores feudales” aplicado por Europa) sube como la espuma en este año fatídico de 2022 y lo que viene.
Dicho esto, espero que algún día llegues a reinar.
Pero tenemos un problema: “La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.”
Este párrafo es un copia y pega de la Constitución española vigente. Estoy seguro de que reinarás llegado el momento agridulce, pero espero y confío en que se modifique mucho antes, es decir: ya.
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