La disyuntiva principal —sigo creyendo— no está en sí entra un gobierno de derechas o de izquierdas tras las próximas elecciones, si no en sí avanza el atraco de la inflación en beneficio de los bancos, monopolios y capital extranjero o se redistribuye la riqueza.

2023-07-16


Retrasar la edad de jubilación entre los 68 y 72 años, además de abaratar el despido, son propuestas del Círculo de Empresarios. Las 365 medidas a tomar por el PP en la futura legislatura, en el caso de que saliesen, serían un mero juego de coincidencia numérica para que cada día del año hubiera algo que hacer. Yo pienso que el punto a tratar en estas elecciones no es divergir o consensuar entre ciertos partidos para volver a la alternancia en el poder. La verdadera esencia de lo que se tendría que tratar ahora y hasta el futuro es: ¿cuándo se les va a plantear a los que tienen el capital el pagar mucho más? ¿Cómo es posible que, durante estos años de pandemia, los que más han ganado son los bancos, las eléctricas, los monopolios, las grandes multinacionales y fondos extranjeros? ¿Cuándo se va a poner de forma clara, encima de la mesa, que con el dinero del rescate habría suficiente para resolver los problemas de la reindustrialización del país, crear puestos de trabajo para dos millones de personas y dejar el paro por debajo del 7 %? La Constitución dice muy claramente que el que más gane que pague más. Y eso, por múltiples razones, no se está haciendo. Algunas empresas pagan sobre el 5 %, o menos, a Hacienda. Y un jubilado o un trabajador normal pueden pagar un 15. ¡Qué mal han aplicado los sucesivos gobiernos este concepto tan comprensible! Las hipotecas, por ejemplo, para los que se han comprado una vivienda con tipo de interés variable, ¿cómo pueden estar supeditados a lo que los bancos digan, que suben el tanto por ciento de interés que ya está a más del 4? Y el gobierno asiente. La inflación la han creado ellos también. Y el Banco de España dice que el pasado año hubo una inflación disparada, y los beneficios empresariales crecieron más del 91 %. A las entidades financieras y a las grandes empresas les correspondió casi en exclusiva. Por otro lado, la Comisión Europea va a imponer el retorno de las reglas fiscales suspendidas desde 2020, que obligan a exhaustivos ritmos para la reducción de la deuda pública y el déficit. La disyuntiva principal —sigo creyendo— no está en sí entra un gobierno de derechas o de izquierdas tras las próximas elecciones, si no en sí avanza el atraco de la inflación en beneficio de los bancos, monopolios y capital extranjero o se redistribuye la riqueza. Solo de esta última forma se solucionarían los problemas económicos más acuciantes. Entonces habrían sido las Nuevas Elecciones.


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