Las horas de impostación se han acabado. Se han normalizado algunos partidos, como Bildu y, además, el PP y VOX han sido derrotados. El 23J, el partido ganador es el PP, pero puede gobernar el PSOE, según a los acuerdos que lleguen con otros partidos; el mensaje es bastante claro.

2023-07-30


Hay cosas que siempre faltan, o faltarán. Y es necesario que falten para que nos demos cuenta de la importancia que tienen. Entonces ves las cosas de otra manera. Te sugieren algo y, aunque no sea imprescindible, ahí está para el punto de partida. En nuestra casa tenemos varias puertas que se cierran con un pequeño paso de aire, pero que también se abren porque sus “goznes” están bien engrasados. Nos niegan más de una vez que hay luz del día, pero la estás viendo tú y sabes que no es de noche. Los que frustran una oportunidad para investir a un presidente, luego lo pagarán caro. Las horas de impostación se han acabado. Se han normalizado algunos partidos, como Bildu y, además, el PP y VOX han sido derrotados. El 23J, el partido ganador es el PP, pero puede gobernar el PSOE, según a los acuerdos que lleguen con otros partidos; el mensaje es bastante claro. Después del debate del día 12, todo parecía inclinarse en el mismo platillo de la balanza. Y ostensiblemente se habló: “Cuando salga de la primera junta de gobierno, os pagaré las horas extraordinarias”. ¿Pero es que solo le pagarán a los de correos? Es improcedente. ¿Y a los demás, que se están esforzando más en su quehacer diario? Las cuentas, claras, habría que cumplir con todos. El voto útil causante del miedo ha funcionado ahora casi más que nunca. Hablar con mucha anticipación, como un visionario, y asegurar la superioridad en número de escaños, ha dado sus frutos. Ya no hacía falta ningún debate más. Pero le salió el gato gata, y las mentes más espurias quedaron colgadas en el aire. Se sobredimensionó la propia estima, y otros, quizá, nos la pudimos dejar en el camino.


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