CARMEN MARÍA FDEZ-KOFBLER CASAS-NEFF 

"eclipse total que alineaba a la Luna para tapar el Sol, aunque solo fueron unos pocos segundos

2025-08-24

Vida natural

Desde que se sabe que en España en 2026 y en 2027 se podrá ver desde la tierra y por doble partida sendos eclipses totales, las reservas en los establecimientos rurales se están agotando. Eso si los tarados-as de turno dejan de quemar los maravillosos montes ibéricos.

Pues bien, el primer hecho histórico sucederá el 12 de agosto de 2026, miércoles, y el segundo al año siguiente, en el 2 de agosto de 2027, lunes.

¿Y todo ello será suerte o serendipia? Veamos…

Pues parece que fue ayer, cuando en realidad ya han transcurrido 113 años de aquel eclipse total en suelo español.

Dos días después del hundimiento del Titanic, allá por el año 1912, en un miércoles corriente de primavera, en España se pudo ver la rareza que conllevaba la alineación de un satélite y una estrella. Un eclipse total que alineaba a la Luna para tapar el Sol, aunque solo fueron unos pocos segundos en el que la península ibérica en su totalidad se oscureció por todos sus costados, de oeste a este.

Y es que el turismo afortunadamente está potenciando el astroturismo. Esa vertiente en la diversión en la que la contemplación de la inmensidad del universo comprendiendo que el plano de la eclíptica es el camino en la esfera celeste que recorre el astro rey visto desde la Tierra durante los 365 días de un año.

Afortunadamente, va creciendo el sentimiento de que la vida natural tiene un enorme valor, pues ante tanta inmensidad solamente hay que rendirse ante tanta belleza, incluso en un día cualquiera en un orto o en un ocaso.

Al hilo de lo dicho, hay una fundación llamada Starlight, que emite certificados en los que se señalan diferentes ubicaciones cuyas condiciones estratégicas son favorables para divisar el cielo nocturno y sus maravillas astronómicas.

Si consideras que habitas en un lugar que merece tener dicho certificado, te recomiendo que recurras a dicha fundación. Esta institución nació en 2007. Fue la Declaración sobre la Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas, la que inspiró en el mundo astronómico de forma internacional para que naciera y para que creciese siendo una herramienta turística desde la vertiente protectora de la ciencia y de la cultura.

Observar el cielo nocturno no es baladí. Ya los caminantes y marineros antiguos observaban sus señales para los que buscaban una guía en la oscuridad de la inmensidad.

He tenido la suerte de observar una ubicación con Certificado Starlight, con sus enormes telescopios, con las demás herramientas y las instructivas explicaciones de los astrónomos que nos instruían a los presentes en una despejada noche de agosto, por lo cual aconsejo asistir a uno de estos encuentros que en mi opinión son una experiencia totalmente recomendable e inolvidable, porque, dejar atrás el teléfono móvil para tener consciencia de que somos seres insignificantes es simplemente, magia…


 

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