Tener conciencia de que estamos desperdiciando el tiempo no está al alcance de todo el mundo. Seamos brujas de nuevo, o magos, aunemos el poder, protejámonos de nosotros mismos aprendiendo de la madre Naturaleza.
2023-01-29
Ya nadie le tiene miedo a las brujas. Esa acepción ha sido delegada nada más a los cuentos infantiles o a su mal uso que se da como insulto nada más que a las féminas, porque su variante en el otro género no es utilizada como agravio sino todo lo contrario. Ahora, en estos tiempos en que la apuesta se ha hecho por la tecnología dejando relegado en un mínimo espacio lo básico, cualquier creencia popular que haya estado livianamente relacionada con ellas, con las brujas, han dado rienda a la imaginación deformando su auténtico origen adaptándose al turismo. Vivimos tan deprisa que nada nos satisface excepto el espectáculo a elegir.
Muchas celebraciones de ritos paganos se instauraron siglos a por contrarrestar el significado de otras festividades establecidas por la iglesia siendo una forma natural de oposición. Las brujas, solo mujeres, denostadas por hombres y congéneres misóginas no han dejado de ser señaladas con este adjetivo por ser auténticas, sinceras en su verdad, porque cuando se alcanza la simplicidad, que no la simpleza de la vida, todo tiene otro sentido diferente.
Las hierbas que buscaban en el bosque aquellas mujeres que sabiamente encontraban en su entorno con el beneficio del reglamento del cuerpo y del alma, con las semillas mágicas, porque la naturaleza de donde nacen es mágica, y sus propiedades crearon un mundo que más debería de ser estudiado que no delegado a verrugas y pócimas.
Walpurgisnacht, es un nuevo reclamo turístico desde hace años lanzado desde Alemania para que los turistas asistan a una fiesta en aquellas tierras en honor a una abadesa llamada Walpurga. Una mujer que protegía, a las campesinas y sirvientas que practicaban la prestidigitación, desde un convento de Württemberg. La fiesta transcurre todos los años en las horas nocturnas que van del último día de abril hasta el primero de mayo. Esta monja fue venerada por sus maravillosos conocimientos de la naturaleza con los que combatió, enfermedades humanas y plagas en contra de la brujería y a favor del conocimiento. Tal fue su éxito que fue beatificada por la iglesia, convirtiéndose en Santa Walpurga, entre otras acepciones.
Esta sociedad ha entrado en una sinergia limitada cuyos recursos evidencian que el mejor camino a seguir es el de la conservación de la biodiversidad en los ecosistemas y los hábitats con el único verbo que surtirá efecto el de la preservación.
Y qué mejor entendido en la materia que el conocido y contemporáneo Félix Rodríguez de la Fuente, que entendió desde siempre, luchó como pocos, y nos dejó un legado en pro de la que es muy necesaria, la conservación de la Naturaleza. Apostar esa es la clave, pero no en un juego de azar sino en algo tan serio como en el agua, en los bosques, en tantas especies animales que estamos extinguiendo con nuestra devastación. La solución se halla en el amor a la Naturaleza, esa es la verdad, la brujería auténtica, ese es el metaverso, el algoritmo, y todas las pseudociencias que quieran citar.
Tener conciencia de que estamos desperdiciando el tiempo no está al alcance de todo el mundo. Seamos brujas de nuevo, o magos, aunemos el poder, protejámonos de nosotros mismos aprendiendo de la madre Naturaleza.
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