2022-12-03
Estamos en pleno debate de los P.G.E. en el Congreso de los Diputados y paralelamente realizando las negociaciones con los distintos Grupos Parlamentarios para conseguir la mayoría suficiente para que sean aprobados. Los ciudadanos de a pie, solo percibimos la información de prensa, radio y TV., incluida las noticias digitales y sobre todo las tertulias.
Si la información procede de medios progubernamentales, las cifras son las que el País necesita, las más sociales, absolutamente realistas y perfectamente cumplibles. Si, al contrario, la información se obtiene de medios más cercanos a la oposición, las cifras son imposibles, fomento de desempleo, aumento del gasto, electoralistas e imposible de cumplir. Mientras que el Gobierno negocia con los distintos Grupos “sin cesiones políticas”, la oposición dice que se compran los votos con cesiones que ponen en riesgo la seguridad del Estado y se ceden competencias estatales.
Los P.G.E. se nutren de los distintos Impuestos que pagamos los ciudadanos y la presión fiscal en España es del 39 %, aunque está por debajo de la UE. (41.70 %), habiendo subido solo en el año 2021 el 1.50 %, siendo los impuestos directos (I.R.P.F.) la partida que más ha crecido en los últimos 25 años, que ha pasado de algo menos de 100.000 m€ a la actualidad que sobrepasa los 260.000 m€, es decir un incremento del 10.4 % anual de media.
La deuda pública en España se ha disparado al 118.44 % del P.I.B, en línea con los demás países de la UE. excepto ALEMANIA que mantiene su deuda en el 68.74 %, siendo ITALIA la que mayor deuda acumula, 150.83 %. El déficit presupuestario supera el límite del 3 % impuesto antes de la pandemia, siendo el de España el 6.87 %.
Los Presupuestos Generales del Estado es la ley más importante de la legislatura y marca la política a seguir y los parámetros que hemos visto de deuda y déficit y presión fiscal, nos hace ser pesimistas en el futuro, si no se consiguen acuerdos de reformas y estabilidad política que nos ayuden a salir de la profunda crisis en que estamos desde el año 2.008 con la crisis financiera, agravada con la llegada del COVID-19 y la Guerra de Ucrania/Rusia, que obliga a una política responsable y pactada entre las principales fuerzas parlamentarias, lejos de la política de enfrentamiento y partidista que vivimos y a lo que hay que ponerle remedio.
También en Andalucía se debaten los Presupuestos del año 2.023 y también se oyen críticas de la oposición y halagos del Gobierno, pero con la diferencia del reparto de escaños en el Parlamento Andaluz donde sí existe una mayoría absoluta y no hay grupos nacionalistas ni separatistas. Los papeles que la democracia otorga al Gobierno y a la oposición están muy claros, a uno la responsabilidad de legislar y gestionar, al otro la labor de fiscalizar y controlar al Gobierno, pero la mayoría suficiente otorga una estabilidad que hay que aprovechar para bien.
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