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ANTONIO GUERRERO PÉREZ
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2024-10-06
Benditos amanuenses
A través del tiempo el hombre ha tenido la necesidad de comunicarse. Fuera del lenguaje, la escritura ha sido fundamental en la comunicación de los seres humanos. La escritura es un sistema de comunicación mediante signos que resulta muy importante, ya que permite conocer gran parte de la historia de la humanidad. Los primeros indicios de la aparición de la escritura se remontan al año 3000 a. C. Esta forma de comunicación se caracteriza por transmitir mensajes que pueden perdurar en el tiempo, a diferencia de la comunicación verbal. Eso facilita la transmisión de conocimientos desde épocas muy remotas de la historia, mientras que, en la comunicación verbal, los mensajes sufrían distorsiones entre las generaciones. ¿Cuál es la importancia de la escritura en la historia? Es de absoluta importancia. El comienzo de la historia, es decir, la transición entre la prehistoria y el tiempo que se ha podido documentar la historia, se determinó por la aparición de la escritura en la Mesopotamia asiática. El período de la prehistoria es estudiado por arqueólogos que investigan y analizan las huellas y evidencias del pasado, como pinturas rupestres, objetos, fósiles, entre otros. La escritura permitió reconstruir gran parte de la historia, a través de grabados en las piedras, arcilla y cueros, a pesar de que se empleaban sistemas de códigos muy diferentes a los que se conocen en la actualidad.
La escritura no apareció por arte de magia.
Fue consecuencia de la necesidad del humano para comunicarse a la distancia, en especial, para el comercio entre diferentes civilizaciones. Comenzó con el grabado de formas simples y abstractas en las rocas. Luego, con el grabado de figuras pictográficas que representaban algo más profundo para comunicar, como animales que podían cazar. Luego. Desde entonces, llevó miles de años de evolución hasta la creación de los alfabetos.
Los primeros sistemas de comunicación inmediata, como el habla o las señas, se complementaron con la escritura, un sistema de comunicación diferida que resultaba efectivo y que podía perdurar en el tiempo, dependiendo del tipo de soporte donde se realizara la inscripción. El primer sistema escrito se llamó cuneiforme por la forma de cuña que tenían los símbolos grabados sobre tablillas de arcilla fresca. Más tarde, los egipcios crearon el sistema de jeroglíficos que consistía en signos que representaban ideas, no letras. La escritura alfabética se consolidó alrededor del siglo VIII a. C. con el alfabeto griego compuesto por veinticuatro letras. Desde entonces surgieron nuevos alfabetos según las diferentes lenguas y que fueron plasmados en diversos soportes. Con el desarrollo de las civilizaciones surgieron sofisticados soportes para plasmar la escritura, como las cartas, que resultaron un medio de comunicación muy importante que evolucionó junto con el desarrollo del transporte. En la actualidad, donde el viejo sistema de correo postal parece historia antigua, la comunicación virtual es primordial y conecta, en cuestión de segundos, a personas que están a distancias remotas.
La literatura y el periodismo fueron dos avances muy significativos para la humanidad a partir de la escritura y de la alfabetización, que permitió que un gran número de personas que no sabía leer, adquiera conocimientos, desarrolle su creatividad y amplíe su modo de entender el mundo. La necesidad de informarse acerca de asuntos de interés público a través del periodismo y la búsqueda del placer intelectual por medio del arte literario, se expandieron por el mundo conforme fueron difundiéndose los periódicos y los libros. La credibilidad pasó a ser mérito de los periodistas, al tiempo que la retórica pasó a ser un mérito de los escritores. La lectura es un hábito saludable en cualquier etapa de la vida, debido a que estimula la imaginación y la capacidad de comprensión. El periodismo, además, ofrece información, investiga y reflexiona sobre cuestiones políticas y económicas. Incluso, suele ser llamado como “el cuarto poder” por las investigaciones y las denuncias que ha llevado a cabo antes de que lo hiciera la justicia.
Hoy España tiene, según los últimos datos publicados por la UNESCO, una tasa de alfabetización del 98,59 %.
Su tasa de alfabetización masculina es del 99,03 %, superior a la femenina que es del 98,19 %. Si lo comparamos con el resto de los países, vemos que es el 40 país del ranking de tasa de alfabetización. Pero si no retraemos a 1931, el analfabetismo alcanzaba a un 40 % de la población total, transformándose en uno de los problemas crónicos de la sociedad española de la época. Si retrasamos el reloj a la Edad Media, las tasas de alfabetización eran inferiores al 20 %. El acceso a los libros era escaso y a la información absolutamente nula.
En los últimos años del siglo XX y todos los que llevamos del XXI, con la implementación de las nuevas tecnologías se ha producido el efecto de la masificación de la información, ríos y ríos de noticias inundan nuestros terminales ofreciendo todo tipo de artículos a favor o en contra de un hecho concreto. Sin duda este torrente, sin freno y sin filtros, bombardea nuestra mente constantemente, siendo muy complicado determinar qué es lo veraz o lo fake. También somos espectadores casi impasibles de la involución del lenguaje escrito, todo el invadido por millones de emoticonos, agrónomos y extranjerismos de difícil comprensión. ¿Habrá muerto definitivamente el lenguaje de Cervantes? Y, ¿dónde nos llevará todo esto?
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