![]() |
ALFREDO INFANTES DELGADO "No es una guerra, es un genocidio |
2025-08-15
Porque no podemos estar discutiendo a estas horas de qué se trata, no podemos equiparar la respuesta (sí, respuesta), de Hamás con la acción genocida del gobierno de Netanyahu (con la aquiescencia de la inmensa mayoría del pueblo israelí). No, no podemos lavar nuestra conciencia pseudopacifista diciendo que hay que parar una guerra. Esto no es una guerra. Esto, claramente, es un genocidio. Que Hamás puede ser todo lo ultrarreligioso (con todo lo de negativo y reaccionario que tenga ese apelativo) que quiera, pero después de toda esa cantidad de años que el pueblo palestino (y el gazatí) está padeciendo, primero el colonialismo y después el sionismo, ¿de qué nos extrañamos? No, no es terrorismo la respuesta de Hamás. Es simple y llanamente defensa propia.
Y, siendo conscientes de ello, no nos queda más remedio que tomar partido (hasta mancharnos, como decía Celaya). Y partido por los y las más débiles, por los y las masacradas, por los y las violentadas, por los y las que mueren de hambre.
Y, sobre todo por tantísimas niñas y niños que están sufriendo esa hambruna provocada por el sionismo, hospitales colapsados, escasez de medicamentos y miles de personas desplazadas sin acceso a agua potable ni alimentos básicos.
En la última movilización convocada en Jaén ciudad por la Plataforma Jaén con Palestina, hasta un joven israelí visiblemente emocionado alzó su voz contra este genocidio: Me da vergüenza decir que soy de Israel. Tengo antepasados que fueron enviados a Mauthausen y ahora están haciendo lo mismo. Y hasta citó un verso de la Torá que, en su opinión, resume la hipocresía de la situación actual: Acoge al que sea igual que tú, acoge al que sea distinto, porque tú también fuiste inmigrante.
Acaso nos vamos a extrañar, pues, de que Conrado Santamaría escriba (Libreopinante 103) y el Niño de Elche cante:
Quiero, madre, quiero, / nunca me das nada, / quiero, quiero, quiero, / quiero una granada, / que abrase los tanques / que todo lo abrasan.
Por cierto, echadle un vistazo también a los Libreopinantes 58 y 62, donde podréis leer poemas de diferentes escritores y escritoras del sojuzgado Pueblo Palestino. Nos ayudarán a tener más claro el abandonar la neutralidad y la imparcialidad y de parte de quiénes hay que ponerse.
Porque hay que continuar gritando Paz, Tierra y Libertad para el Pueblo Palestino y Desde el río hasta el mar Palestina vencerá.
Es lo poco que nos queda a los y las de a pie. Porque bien es cierto que nuestro gobierno, y los gobiernos de los países del Norte Global bastante más tendrían, podrían y deberían hacer.
Los textos que van a continuación pertenecen a un gran poeta palestino, Mahmud Darwish, y a mí mismo, simple aficionado al que le gusta la poesía.
CARNET DE IDENTIDAD Mahmud Darwish
Escribe que soy árabe, y el número de mi carné es cincuenta mil; que tengo ocho hijos, y el noveno vendrá al final del verano ¿Te enfadarás por ello? Escribe que soy árabe, y con mis camaradas de infortunio trabajo en la cantera. Para mis ocho hijos arranco, de las rocas, el mendrugo de pan, el vestido y los libros. No mendigo limosnas a tu puerta, ni me rebajo ante tus escalones. ¿Te enfadarás por ello?
Escribe que soy árabe. Soy nombre sin apodo. Espero, paciente, en un país en el que todo lo que hay existe airadamente. Mis raíces se hundieron antes del nacimiento de los tiempos, antes de la apertura de las eras, del ciprés y el olivo, antes de la primicia de la yerba. Mi padre… de la familia del arado, no de nobles señores. Mi abuelo era un labriego, sin títulos ni nombres. Mi casa es una choza campesina de cañas y maderos, ¿te complace?… Soy nombre sin apodo.
Escribe que soy árabe, que tengo el pelo negro y los ojos castaños; que, para más detalles, me cubro la cabeza con un velo; que son mis palmas duras como la roca y pinchan al tocarlas. Y me gusta el aceite y el tomillo. Que vivo en una aldea perdida, abandonada, sin nombres en ellas calles. Y cuyos hombres todos están en las canteras o en el campo… ¿Te enfadarás por ello?
Escribe que soy árabe; que robaste las viñas de mi abuelo y una tierra que araba, yo, con todos mis hijos. Que sólo nos dejaste estas rocas… ¿No va a quitármelas tu gobierno también, como se dice?
Escribe, pues… Escribe en el comienzo de la primera página que no aborrezco a nadie, ni a nadie robo nada. Mas, que si tengo hambre, devoraré la carne de quien a mí me robe. ¡Cuidado, pues!… ¡Cuidado con mi hambre, y con mi ira!
*** |
DOS POEMAS PARA UN MAL TIEMPO
No queda ni el silencio
Aquel día la madre daba el pecho pecho yermo, seco, muerto, mientras el padre quitaba piedras, por quitar, de una tierra también yerma, también seca, también muerta.
¡Cierra la puerta que no entre más tierra que no entre más humo que no entre más muerte!
Y bajaba la cabeza hasta los ojos mudos de la criatura. Y alzaba la suya hasta el cielo renegrido del espanto.
¡No hagas ruido, que no se duerme el niño que no deja de llorar que tiene hambre, hambre!
Después, la explosión: el rayo, el trueno, el fuego, la destrucción, la nada. Y al final, ni el silencio.
***
Sucio poema
Porque nada limpio sale de mi boca hoy, cuando me escupe un violento dedo que me llama palestino, que me llama gazatí, que me llama terrorista.
Porque sólo sale rabia de mi boca aquí, cuando me señala una hueca voz que me ahoga, que me encarcela con palabras, que me mata con mentiras.
Porque sólo sale odio de mi boca ahora, cuando me amenaza un horrible genocidio, que me bombardea. que me hambría, que me asesina.
No me sale otra cosa, hoy, aquí y ahora. Sólo, un sucio poema.
|
Para dar tú opinión tienes que estar registrado.