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ALFREDO INFANTES DELGADO "Intimista, aliada de lo poquísimo |
2025-07-27
AJO
AJO ha acuñado la marca micropoeta que se ha extendido a otras escritoras de muchos países latinos para llevar sobre los escenarios, cual juglar, versos acompañados de música.
María José Martín de la Hoz (Saldaña, 1963) nos dice que decrece en Madrid desde 1982. Es cantante (aliada con Mastretta, formó también el grupo Mil Dolores Pequeños), compositora, agitadora cultural (directora de Yuxtaposiciones, el festival internacional de poesía y polipoesía que se celebra en La Casa Encendida de Madrid desde 2004), fotógrafa, colaboradora con el colectivo Boamixtura, micropoeta y personaje de referencia de la contracultura madrileña. Yo vengo del punk, prefiero la insolencia a la obediencia, nos dice.
Ha cambiado de profesión muchas veces; ha sido taquillera, ha fregado casas, ha atendido un bar, ha sido editora de discos, ha hecho un fanzine, ha organizado festivales, ha sido secretaria pasando a máquina autopsias… Se hizo micropoeta después de muchos ires y venires por el panorama de la música experimental y por otros panoramas no menos temerarios pero igual de apasionantes. Descubrió que jugar con las palabras es una forma de jugarse la vida.
Su éxito es rotundo entre quienes leen sus libros y la siguen en las principales redes sociales. Actualmente lleva publicados cuatro libros de poesía con sus MICROPOEMAS (I, II, III, IV) y en la editorial Arrebatos puedes encontrarlos. Y su último poemario por ahora, es La perrina y yo (Espasa, 2016).
La capacidad de síntesis de esta gran poeta, capaz de condensar sus versos en 140 caracteres en muchos casos, supone una extraña virtud que apunta directamente a la belleza (Yo no vivo, yo ardo, yo no lloro, yo lluevo, yo no escribo, yo destilo. Y así todo y todo el tiempo). Porque sus micropoemas rebosan ironía a raudales (Bastante tiene una con lo que no tiene), o se presentan como un elogio del aforismo más lúcido y perspicaz (Cuando creas que todo ha terminado es justo el momento de empezar). Son píldoras de inteligencia, con tonos melancólicos o reivindicativos que exploran el mapa sentimental desde una cotidianeidad harto familiar
Las creaciones de AJO parecen brotar con facilidad en el mundo de la prisa y de la publicidad, sin embargo, pese a ello, consigue lo contrario a ese mundo del que se nutre (en alguna entrevista reconoce que a veces un Micropoema le ha llevado meses resolverlo, no es fruto de la inspiración fortuita, como podría parecer). Consigue que demoremos la mirada, que respiremos cada palabra de una composición precisa y exacta.
También son palabras suyas: A los jóvenes les nombras la palabra poesía y prefieren darse con una maza en la cabeza antes de ponerse a leer un poemario, por eso yo he querido siempre golpearles con micropoemas comprensibles acompañados de música. Y Para mí lo importante como poeta es que se me entienda, que no sea una poesía oscura, quiero hacer feliz a la gente y hacerla reír porque en nombre de la poesía se ha dado mucho el coñazo.
Pues nada, comprobadlo con esta pequeña selección de sus textos que aquí tenéis:
1
Arritmia
Odio el amor y además lo odio con tu corazón
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Rima a largo plazo
Te adoré siempre y me importas un pimiento todavía no riman pero ya rimarán con el tiempo.
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Amenaza
Te voy a tener que matar no me queda otro remedio el día menos pensado te encuentran cosido a besos.
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El delicadísimo roce de la oscuridad contra el silencio hace de la noche noche y del olvido sueño.
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¿Dónde brilla lo que brilla? (si es que brilla) ¿En las estrellas que nos ven o en las miradas que las miran? ¿Se sabe algo de todo esto? ¿Se sabe ya dónde arde el deseo? ¿Si es en tus ojos e es en mi fuego?
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Te amo dijiste, y la frase no es tuya, lo sé por la prensa: Vaticinan una trágica epidemia mundial de la infermedad cardiovascular. Dijiste te amo y el desamor fue ciencia.
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Siento fascinación por la brevedad por estar cerca de no existir
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Saltaste de la barca antes de llegar a la orilla y me quedé yo de capitana sin un triste norte que llevarme a la vida.
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Imito a las plantas y no me muevo imito a las nubes y no me quedo imito a las olas y voy y vengo.
Imito a mis noches y no te tengo.
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Peligrosa como una mujer, desobediente como la memoria y como los sabios, obediente, a veces, como mis labios, insuficiente, siempre, como una vida, más urgente que un deseo y menos transparente que una promesa, abstracta como un secreto y elegante como la indiferencia. Así de intermitente y tonta es lo que suelen llamar tristeza.
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Esa manía que tiene la media noche de restregarnos por toda la cara el viento roto y la lluvia plana. Esa manía que tienen tus noches de quedarse tan cerca de mis mañanas.
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Se me hunden los pies en la arena y la cabeza en el viento, se me hunde la vida en el tiempo y el tiempo se me hunde en vena.
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Al principio me dieron muchas ganas de llorar. Se me pasaron y me entraron las mismas ganas pero ya de que lloraras tú.
***
2
Al amor le pido más de lo que tiene. Y a la vida más de lo que da. Se podría decir, y de hecho no sé yo que no se diga, que estoy equivocada de par en par. Siempre creí que “ne me quitte pas” quería decir “déjame en paz”.
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Teníamos veinte años y nos volvimos locos el uno por el otro. Hoy con ... cuarenta seguimos locos aunque ya cada uno por su cuenta.
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Cerrojos de ceniza cicatrices con cremallera y lágrimas de hojalata, envuelto entre algodones llevo yo lo que me falta.
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Compré apio en la frutería (opio no tenían) tuve que tomarme un pepito de ternera (de ternura no quedaban ya). Ahora busco mojama sin parar porque dicen que sabe a-mar.
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Inmensamente proporcional
– veo veo – ¿qué ves? – pues en general: mucho gusano y poca mariposa.
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Eres agua para mis fiestas vino para mis antibióticos y anís del Mono para lo que tú y yo sabemos.
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Siempre he sido una máquina de ganar poco dinero como siempre he tenido muy buen paladar para el vino y para los besos.
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No contento con existir tuviste que venir a existir a mi lado a un milímetro escaso.
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En una laguna de tu memoria me baño desnuda. Me baño desnuda estando prohibido me baño desnuda me baño en olvido.
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Buenos días noche anoche soñé contigo insistí en no verte me aullaste al oído. Buenos días noche pudiste fugarte y te quedaste conmigo.
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No busques la de ayer que ya no existe, muere cada noche abrazada a la almohada que dejaste libre.
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Reclamación
Devuélveme lo que te he querido. No he quedado satisfecha.
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3
Comprometomentodo: Dícese de toda aquella persona que lo mismo se manifiesta en favor de las mujeres saharauis que en contra de las mujeres saharauis.
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No sabes dar besos pero es más por no saber dar que por no saber besar
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Es triste pedir, pero más triste es no dar.
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Como una ventana sin cristales me opongo con fuerza contra el viento y a veces, algunas veces, me trago mi propio grito enterito, entero
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Curábamos los poemas con heridas y las heridas a carcajadas. Jugábamos a jugarnos la vida arrojándonos palabras.
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Otra vez viernes, otra vez noviembre, otra vez hoy, todavía yo.
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Qué suerte tengo de que te sobre los besos que a mí me faltan
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Me regalaste un corazón de cristal y ahora se me transparenta lo que siento por ti.
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Todas las historias de amor terminan en r. (En ocasiones en r que r)
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Y si con el tiempo vemos que no nos morimos, si notamos con el tiempo que seguimos solos o que seguimos vivos. Entonces, en ese momento, me voy donde estés y me caso contigo.
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Tras consultarlo con mi bufete de almohadas decidí seguir haciendo nada.
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Historia de la Humanidad
De esclavo a súbdito, de súbdito a ciudadano, de ciudadano a cliente.
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Si un día pongo una fábrica de sal la llamaría Sal de Dudas, y si llegara a poner una fábrica de higos la llamaría Higosa de Puta.
*** Nos regalan miedo para vendernos seguridad.
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4
Quienes sabemos lo que vale un peine sabemos también lo que vale la pena.
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Recordar cosas que no han pasado todavía para olvidar lo que pueda pasar. Si encuentro lo que no pierdo, olvido lo que me pasa.
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Desarticulada una red que obligaba a ejercer la Constitución.
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La luz es de las pocas cosas que al descomponerse no apesta.
Busco problemas que estén a la altura de mis soluciones.
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Soy una máquina de vivir que solo funciona con el brillo de ciertas noches inciertas.
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Si no hago según qué cosas no me pasan según qué otras.
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Y mi cuerpo, mientras tanto, antes de arder cuenta tus pasos.
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Maripositas en el estómago, y no por haber comido gusanitos.
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A la que te descuidas, la actualidad te acaba robando el presente. He oído que hay veces en las que el cielo desciende al suelo y por alguna razón de peso yo nunca me entero.
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No es lo peor que todo sea mentira. Lo peor es que todo es verdad.
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La noche viene a quejarse enfrente de mi ventana: le duelen todas las cosas que pasan por la mañana.
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El futuro es un invento del amor.
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Cuando lo que quiero es sentirme a salvo lo que hago es pensar en ti.
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Si alguna vez vuelvo al casino, es a jugarme todas mis noches, pero a jugármelas todas contigo.
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Amor en B
Puedes hacerme una factura con todo lo que te quiero o seguimos como hasta ahora y nos lo hacemos en negro.
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Un minuto de silencio por todos aquellos besos que no acaben en tus labios.
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Si puedo comerte a besos me doy por cenada. Si puedo coserte a besos, me doy por muerta.
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5
Verano
En la duermevela matinal me sacan de quicio todos los ruidos de todas las obras que se me cuelan por las ventanas.
Entonces me arrojo a la vida con mi Perrina desde la cama y el al salir al balcón dispuesta a gritar que me tienen harta cuando me doy cuenta de que no tengo grito para tanta esperanza.
Y levemente amenazo:
- Vamos a ver, si me siguen molestando ustedes a mí, voy a tener que empezar a molestarles yo a ustedes...
Y oye, de repente Madrid se calla, yo no se queja la excavadora, ahora ya no tiene agallas.
Soy menuda y menuda soy.
***
El banco
Me vuelve a posar la vida en el mismo banco de donde me he arrancado tantas veces.
Unas veces por amor y otras por muerte. En un banco cualquiera de un verano corriente de una plaza normal que tiene una fuente.
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Los bares y las tapas
A la Perrina le encantan los bares. Más que nada por las tapas. «La pequeña aspiradora», la llaman. No le hubieran gustado tanto las que ponía mi amigo Rick el americano. Allá por los ochentaitantos. Eran tapas muy raras, pero lo ricas que estaban.
Todo bisutería plastificada. Que te tomabas un gin-tonic, pues un collar de colores. Que tomabas una caña, unos pendientes de gitana de esos rojos con lunares malva. Que te pedías un vodka naranja, pues toma un par de sortijas blancas o un broche azul para la solapa.
O una pulserita rosa o una horquilla muy amarilla o una gargantilla casi morada. Jamás vi por allí unas aceitunas negras ni unos bígaros ni unas gambitas a la plancha. Ni un triste mejillón, ni una triste patata. Ni una dosis de paella. Ni siquiera uinas bravas. De hecho, vi muchas más anfetas que croquetas de la casa.
No se llevaba comer en aquella etapa, se llevaba estar seco como la mojama. Aquel bar lo cerraron. Se ve que no tenía licencia para manipular bisutería barata. Mi amigo Rick, el DJ regresó a NY. Y allí se volvió completamente psiquiatra.
***
Los bancos
Ahora les ha entrado la moda a éstos de Bankia de que no pueden entrar perrinas en sus instalaciones, ¿cómo te quedas? ¡Ni que estuvieran operando a corazón abierto!
Aunque también te digo que, por una parte, casi me alegro, porque no te creas que me gusta a mí que la Perrina coma chorizo; enseguida me gana mucho peso.
Que no es por exagerar, pero es que hoy en día hay más chorizos en la cúpula de ciertos bancos que en muchas charcuterías.
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