19-06-2022

La economía de la Antigüedad se basaba en el trabajo de los esclavos (esclavismo); el Feudalismo sustentaba su economía en los siervos sometidos a los grandes señores, estamos en la Edad Media; y en la era Contemporánea la economía se basa en el intercambio de la fuerza del trabajo por un sueldo como si se tratara de otra mercancía, y ya estamos en el Capitalismo. Parece que se deduce de los cambios que se han dado a lo largo de la historia que el Capitalismo será superado también porque nada es eterno. Daría para un largo y profundo debate hacia dónde vamos a desembocar, pero si nos basamos en las corrientes de pensamiento

marxista ineludiblemente llegaremos al socialismo como resultado de las contradicciones del capitalismo y su consecuente superación. Sí, ya doy por supuesto que, desde otras posiciones políticas, ideológicas y pensamiento filosófico, no coinciden con esta visión de la historia y es legítimo. No es objeto de este artículo entrar en este debate.

Sí creo, sin embargo, que se pueden anticipar algunas certezas visto el rumbo de los acontecimientos al que nos está abocando este depredador sistema económico. La primera es que el consumo de los recursos naturales al que estamos sometiendo al planeta es insostenible; datos incontestables hay para corroborar esta conclusión. Y segunda conclusión, no se puede mantener que la economía siga basándose en la explotación de una parte del planeta, y de amplias y mayoritarias capas de población, para la acumulación de la riqueza en manos de unos pocos a costa de la miseria y la pobreza de al menos la mitad de la población mundial. Cerca de esa mitad de población mundial, 3.400 millones de personas, vive con menos de 5,50 euros al día. Si esta situación persistiera de aquí a 2.030 morirán 60 millones de niños de menos de 5 años.

Por tanto, la economía tiene que ser sostenible con la conservación del planeta, de manera que, sí o sí, el consumo de los bienes naturales tiene que ser frenado. Es insostenible, igualmente, que se puedan seguir dando los niveles de desigualdad actuales en el planeta. Se puede concluir igualmente que el actual modelo económico sobre explotador neoliberal no puede dar respuesta a estos problemas tan fragantes.

Actualmente hay estudios y propuestas para responder a estas contradicciones del sistema capitalista, aunque sean de manera parcial.  La teoría del decrecimiento, la reducción del tiempo de trabajo y el reparto del mismo, junto con una renta básica universal son elementos de un nuevo paradigma que son dignos de que al menos se les prestara un mínimo de atención si no fuera porque apuntan al corazón de los interese del poder económico y político vigentes. El Decrecimiento explicado con sencillez de Carlos Taibo, “Trabajar menos para trabajar todos” de Guy Aznar de Ediciones HOAC y la Renta Básica de Juan Torres son magníficas publicaciones para debatir y soñar con que OTRO MUNDO ES POSIBLE.

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