08-05-2022
El día de ayer, 2 de mayo de 2022, y coincidiendo con la aparición de Díaz Ayuso durante el día grande de las fiestas populares de Madrid.
De pronto, en la parte de abajo de la pantalla de la TV aparece un mensaje anunciando una rueda de prensa de los ministros Bolaños y Rodríguez, para anunciar algo importante. Por lo que todos los que estábamos viendo en ese momento la caja tonta, empezamos a hacer pronósticos.
De repente se suspenden las noticias, y salen ambos ministros, muy guapos y repeinados, para decir que al presidente Sánchez, (cuanto me cuesta creerlo), y a la ministra Robles les han espiado los móviles con el software Pegasus. Tan de moda en los últimos días y que, por cierto, casi le cuesta el gobierno al Dr Fraude, por la negativa de los golpistas catalanes en su penúltima votación en el Congreso.
Sin embargo, en honor a la verdad, también hay que decir que fueron ellos los que presionaron a los etarras de Bildu, para que evitaran con sus votos dicha caída.
“El gobierno quiere echar a la directora del CNI, sin pagarle siquiera el finiquito y poner en su puesto, a uno más bizcochable. Todo ello con la justificación de que también han sido espiados otros presidentes de países,”
Todo lo cual provocó que tirara de contactos y conecté con Mortadelo y Filemón, con el fin de que me aclararan algunas cuestiones que no entiendo muy bien, porque como saben, soy muy desconfiado con este “des-gobierno”. Ambos me reconocieron que según el ministro Bolaños, este ataque había sido exterior, porque en España es impensable que esto pueda suceder, porque se necesta orden judicial.
Desde luego como explicación criminológica, hay que reconocer que es de peso, o incluso de rupia, (valga el chiste). Y que, desde luego, a aquellos que lo hayan hecho, les ha debido de costar como dicen los castizos, un “güevo”, porque siempre lo tiene en modo avión.
Por lo que decidí ponerme en contacto también, con el decano de nuestros espías, el gran Anacleto. Este, haciendo alarde de grandes dotes y experiencia en su oficio, nos aclara que están buscando a ese pobre enajenado que le mandó una navajita plateá, manchada con unas gotitas de mercromina al ministro Marlaska, pero ya no estaba en el domicilio que figuraba en el remite de la carta.
Que por cierto también fue denunciado en la Audiencia nacional y, así asegurarse que durmiera el sueño de los justos. ¿Y qué tiene que ver con eso? Pues la conveniencia de darlo a conocer en este momento justo, en que los golpistas aprietan para echar a Robles. Y como no, quitarle protagonismo a esa china en el zapato de Pinocho Sánchez, llamada Ayuso. Sin olvidar, la candidatura de Olona para las próximas elecciones en Andalucía. A lo que me pregunto, ¿es normal que se reconozca en rueda de prensa dicha prueba de debilidad de la seguridad nacional? Por lo que sale una respuesta casi sin buscarla.
El gobierno quiere echar a la directora del CNI, sin pagarle siquiera el finiquito y poner en su puesto, a uno más bizcochable. Todo ello con la justificación de que también han sido espiados otros presidentes de países, sin embargo ninguno ha reconocido oficialmente dicho asunto. Luego dicen que ningún país serio se fía de España, pero ante esto, el gobierno ya ha actuado con antelación. Ha comprado varios jamones de cinco jotas para hacerles frente.
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